Cangas plantea señales de prohibido el paso excepto residentes en el tráfico a las playas
La alcaldesa afirma que no es lo mismo que reservar aparcamiento, porque la filosofía de la propuesta es reducir la densidad de circulación
«Buscamos algo como en As Barreiras, en Liméns, que está funcionando con éxito»

Señal colocada en As Barreiras. / Julio Santos Álvarez
El gobierno municipal de Cangas está preocupado por la polémica suscitada en torno a los múltiples comentarios que provocó su decisión de plantear aparcamientos para residentes en las carreteras de acceso a playas.
La alcaldesa Araceli Gestido se vio en la obligación de salir ayer a aclarar cuál es la propuesta concreta de su gobierno. Afirma que la pretensión del tripartito para controlar los problemas de movilidad en las zonas de playa es instalar en determinadas zonas señales verticales de prohibido el paso, excepto para residentes, que no es lo mismo que prohibir aparcar, excepto a los residentes.
Manifiesta que la filosofía de la medida no es buscar sitio para que la gente aparque, porque, a veces, en la mayoría de las ocasiones ni hay sitios para hacerlo. Afirma la regidora local que de lo que se trata de es reducir la densidad de tráfico en determinadas vías que son secundarias.
La alcaldesa asegura que el modelo que se quiere implantar es el que hay ahora mismo en As Barreiras, en Liméns. Afirma que en esa calle disminuyó mucho el tráfico. Así que lo que se pretende es endurecer la señalización vertical, porque el pintado no es suficiente, ya que las líneas pintadas de amarillo que prohíben los aparcamientos sirven de muy poco, porque los propietarios de los vehículos aparcan encima de las mismas.

Coches aparcados en las inmediaciones de la playa. / Alba Villar
También se quiere explicar que las señales de prohibido pasar, excepto a residentes se instalarían en zonas residenciales, con la intención de que se utilizaran otras vías para acceder a las playas.
No se quiere repetir el modelo que puso en marcha el fallecido alcalde Xosé Manuel Pazos, con motivo de la desescalada del confinamiento por culpa de la pandemia del COVID-19. No se quiere llegar a esos extremos, entre otras cosas, porque no se piensa poner en marcha tarjetas de residentes, ni tampoco obligar a las patrullas de la Policía Local a una mayor presencia en las zonas donde se instalen las señales para que controlen que los que entran por esas vías cortadas al tráfico, excepto a residentes, lo son.
Así que se va a confiar en la educación vial de las personas, en que respeten las señales. Como aseguran la alcaldesa Araceli Gestido, si funciona en As Barreiras, puede funcionar en todos los sitios, sin necesidad de tarjetas de residencia.
De momento, el gobierno local aún no fijó los lugares para instalar las señales verticales mencionadas y también está a la espera de que las asociaciones respondan a la propuesta realizada. De momento, solo se realizó la propuesta a los colectivos vecinales de Santa Marta y Liméns, con quienes el gobierno local se reunió el viernes de la semana pasada. Aunque hay previsto que reuniones con todos los colectivos vecinales de las parroquias afectadas por el aumento de tráfico en verano para acudir a las playas.
Los leiraparkings municipales que no llegan
Mientras se buscan soluciones capaces de satisfacer a los vecinos y hacer compatible la llegada de bañistas a las playas con la vida cotidiana del vecindario, el gobierno local se encuentra con la dificultad de no encontrar fincas privadas para desbrozar y que sean cedidas al Concello de Cangas como aparcamiento.
Mientras desde fuera de Cangas y desde la villa se consideró el sistema empleado el pasado año como una fórmula eficaz, que alivió mucho la confrontación de bañistas con vecinos, desde los lugares afectados se opina lo contrario. Se considera que es un efecto llamada. Y así, entre unos que no se quieren enemistar con sus vecinos y otros que tuvieron malas experiencias, sobre todo por la presencia de autocaravanas en estos denominados leiraparkings municipales, que arrojaban desperdicios a la finca, el problema del aparcamiento está sin resolver.
No hay la demanda que había el año pasado. De ahí que el gobierno local siga buscando fórmulas que ayuden a mejorar la movilidad en zona de playas. La intención es que los vecinos también aporten soluciones viables para reducir en lo posible un problema que es endémico.
Por cierto, los que hablaron de capilla de Santa Marta el viernes fueron gobierno local y asociación de vecinos del lugar, no gobierno y oposición.
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