Un oasis emocional en medio de la tormenta

El Festival Art for Change que organiza el IES Johan Carballeira regresó en su cuarta edición a la Praza Massó. Una inciativa en la que colaboraron el Concello de Bueu y todos los colegios del municipio con sus respectivas comunidades educativas y en la que el objetivo era visibilizar el bienestar emocional de la infancia y la adolescencia.

Bueu

Mandalas, atrapasueños, bolsas contra el estrés y otras aromáticas para los nervios, botellas de la calma, juegos para estimular y entrenar el cerebro, un sinfín de manualidades vinculadas a los famosos emoticonos y a las emociones que expresan... Todo formaba parte del oasis emocional en el que se convirtió este sábado la Praza de Massó gracias a la cuarta edición del Festival Art for Change, cuya temática principal era el bienestar emocional de la infancia y la adolescencia. Una línea de trabajo extensible a los adultos y que es más necesaria que nunca porque como bien decía ayer la directora del IES Johan Carballeira, Asun Sóñora, «estamos a vivir uns tempos tremendos». En un mundo en el que estamos rodeados y acosados por múltiples pantallas, prisas, supuestas urgencias e inmediatez la llamada a la calma y a la relajación que supuso este año el Art for Change es más necesaria que nunca.

El festival está impulsado por el IES Johan Carballeira e involucra a todos los colegios del municipio –A Pedra, A Torre-Cela, Montemogos y Virxe Milagrosa– y a sus correspondientes comunidades educativas. Este año regresaba a su emplazamiento original en la Praza Massó después de que la tercera edición se celebrase en la Biblioteca Torrente Ballester y en el parque de Ramal dos Galos. Una vuelta a los orígenes en la que fue fundamental la «insistencia» de los centros educativos, como reconocía con buen humor el alcalde, Félix Juncal, que admitía que la propuesta municipal era volver a la biblioteca.

La directora del colegio de Beluso junto a la directora y vicedirectora del IES Johan Carballeira con el "monstruo das apertas" para darle un achuchón.

La directora del colegio de Beluso junto a la directora y vicedirectora del IES Johan Carballeira con el "monstruo das apertas" para darle un achuchón. / Gonzalo Núñez 

Bajo la carpa colocada en la Praza Massó se distribuyeron los puestos de todos los centros participantes y su enorme variedad de objetos relacionados con el bienestar emocional, relajación o meditación. Una inmensa colección en la que se combinaba el trabajo manual por parte de los más pequeños con el uso de las nuevas tecnologías, sobre todo la impresión en 3D. Además, cada centro ofrecía un pequeño «recuncho» en el que aislarse un rato mediante la lectura, juegos o incluso trabajando las emociones y sentimientos. Y como hay pocos actos tan emocionales como un abrazo se aprovechó la base de la enorme pantalla multimedia situada delante del Concello para convertirla en un «monstruo de los abrazos», ideal para unos achuchones.

Este festival tiene un marcado carácter solidario. La recaudación obtenida a través de las ventas se destinará íntegramente a la Asociación Juan XXIII y a DOA Saúde Mental. Una solidaridad que también se extendió a otras iniciativas, como la recogida comida no perecedera para el Banco de Alimentos de Vigo; o cáscaras de nueces y de pipas para la Asociación de Cunchas e Flores, que se encargó de confeccionar una alfombra y de impartir un taller sobre alfombrismo. La jornada incluyó cuentacuentos con la Librería Miranda, talleres didácticos con el Museo Massó, un micro abierto y un fin de fiesta musical con los grupos Sons of Asgard, From Ashes to Dust y Sumergi2.

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