La nueva explosión de la música tradicional

La Escola de Música Tradicional del Concello de Moaña, con el maestro gaiteiro Manuel Carballo «Lito» al frente desde marzo de 2024, no para de crecer. Sobre todo por la altísima demanda que hay de clases de pandereta, instrumento impulsado por el éxito del grupo Tanxugueiras. Tal y como percibía el propio Carballo al hacerse cargo de este centro, las inscripciones de nuevos alumnos no paran, incluso con una decena de ellos llegados desde Cangas y al menos otros cuatro que son vecinos de Vilaboa.

En estos momentos el maestro gaiteiro forma a 130 personas, de las que un centenar acude a las clases que imparte en las instalaciones del centro cultural Daniel Castelao de Quintela. Los otros alumnos son los de las agrupaciones folclóricas Solaina, de Berducedo, y Charaviscas, de Domaio.

Más allá de la formación en la música de raíz gallega, la Escola de Música Tradicional empieza también a organizar actuaciones para sus distintas agrupaciones. Ayer se presentó el primer Festival de Canto Popular, que será en el alto de la Praza de Abastos el próximo sábado 3 de mayo a las 20.00 horas. Como agrupación invitada actuarán los integrantes del Coro de cantos populares de la Asociación de Maiores de Mondariz, que tiene su origen en 2012 y está formado por 25 voces mixtas. Interpretarán un repertorio de canciones populares bajo la dirección de Lara Iglesias Fontán.

En cuanto a los organizadores, actuará el grupo de pandereteiras Na Abada. En este concierto del día 3, el primero de esta agrupación, Na Abada se verá completado, hasta los 45 componentes, por el grupo de iniciación a la pandereta de esta escuela municipal así como el grupo de gaiteiros veteranos.

En las clases de la Escola de Música Tradicional, además de las agrupaciones anteriormente mencionadas, hasta 25 alumnos integran la banda de gaitas Gaiteiros de Moaña. Eso sí, la inmensa mayoría de los nuevos alumnos, que no paran de incorporarse «con cinco en el último mes», lo que buscan son las clases de pandereta «así como hace años eran las bandas de gaitas las que estaban más de moda». Lito Carballo entiende que al ser un servicio municipal y gratuito es normal que incluso aficionados a la música gallega de otros municipios se acerquen a sus clases en Moaña.

Aunque cuenta con algunos alumnos jóvenes, sobre todo el interés llega desde vecinos de más edad. «La pandereta también es una terapia. La gente más mayor recuerda canciones tradicionales, agudiza el oído y mejora la coordinación», explica el profesor que experimenta esta nueva explosión de la música tradicional en la villa.

Suscríbete para seguir leyendo