El Museo Massó "ensaya" el traslado de sus Lugrís
Las estructuras metálicas para los cuadros de gran formato llegan a Bueu y entran en el edificio por un balcón con la ayuda de una grúa

El operativo para introducir los soportes metálicos para los cuadros de Urbano Lugrís por un balcón del Museo Massó. / Santos Álvarez
Aún no hay fecha para uno de los momentos cumbre dentro del proyecto para la ampliación del Museo Massó de Bueu: el traslado de las grandes pinturas de Urbano Lugrís a la nueva sala que se está preparando justo encima de la conocida como Salazón Piñeiro. Pero esta semana se pudo ver una maniobra que es una especie de adelanto y ensayo de ese operativo: la introducción en el museo a través de un balcón de unas grandes estructuras metálicas que se entiende que servirán como soporte para esos cuadros.
Desde el mismo momento en el que se anunció por parte de la Consellería de Cultura la ampliación del museo se sabía que mover las pinturas de Urbano Lugrís supondría un desafío. Todas se encuentran en la planta baja –dos en exposición y el resto en el almacén de reserva de la colección– y hay tres cuyas dimensiones hacen inviable un traslado por las escaleras interiores. Según el catálogo «Lugrís. Señor dos pazos do mar» esas pinturas tienen una longitud de 7,6 metros, 6,7 metros y 4 metros. Además, una de ellas está coronada por un tímpano que probablemente sera necesario desmontar, tal como se explicó en su día.

El balcón está situado justo encima de la Salazón Piñeiro. | S.Á.
Para afrontar este reto la solución ideada pasa por sacar los cuadros del museo por la puerta principal y llevarlos hasta la entrada de la Salazón Piñeiro. Justo encima hay un balcón, que forma parte de la sala de usos múltiples y exposiciones temporales de la primera planta. Un hueco que tiene las dimensiones necesarias para que los cuadros vuelvan a entrar en el museo y llevarlos casi en línea recta a la nueva Sala Urbano Lugrís.

Los grandes cuadros de Urbano Lugrís en el Museo Massó de Bueu / Museo Massó
El operativo implicará proteger convenientemente los cuadros e izarlos hasta la planta superior con un camión grúa, en una maniobra que será muy similar a la realizada esta semana con los soportes metálicos para los cuadros. De momento desde la Consellería de Cultura no concretan cuándo será el traslado de las pinturas porque previamente es necesario que finalicen los trabajos de rehabilitación interior, algo para lo que no hay fecha oficial. En todo caso el proyecto está ya en su recta final porque la empresa contratista ya retiró a finales de marzo la grúa de obra que estaba situada en la parcela municipal al lado del Concello de Bueu.
La futura Sala Urbano Lugrís destaca por su estructura de madera y tendrá una superficie de unos 200 metros cuadrados. Un lugar que albergará, entre otras obras, las seis pinturas que realizó Urbano Lugrís a lo largo de la década de 1940 para decorar el comedor de las empleadas de la antigua conservera de Massó. El cuadro de mayor tamaño está previsto que ocupe toda la pared del fondo de esta nueva sala.
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