Granizo, fuertes lluvias e inundaciones en un Sábado Santo en alerta naranja

El tiempo está por no llevarle la contraria al refranero español. Esta Semana Santa cumplió con la fama del mes en el que estamos: «Abril aguas mil». Tormentas de granizo, trombas de agua intermitentes, pero que se prolongaron a lo largo del día; un desolador paisaje de vacaciones de las que ahora se llaman de primavera. Hubo, incluso, riesgo de desbordamiento de ríos como el Bouzós, en Cangas. Las complicaciones del tiempo, que ya impidieron la salida de procesiones, dejaron estampas con las bolas de granizo cubriendo calles, como la rúa Noriazo en la pasarela del muelle de Cangas. Retratos de una primavera caprichosa, esquizofrénica que nos toca vivir. A las 15.30 horas de ayer, Nabia interrumpió el transporte de ría entre Moaña y Vigo, al igual que Mar de Ons en la línea Cangas-Vigo a las 16.00 horas y de Vigo-Cangas a las 16.30 horas y lo restableció a las 21.00 desde Cangas.

El Grupo de Emergencias, Guardia Civil, Policía Local y Protección Civil tuvieron trabajo a destajo ya desde primera hora de la mañana, cuando cayó la primera pedrada, a eso de las 08.30 horas, que se repitió después sobre las 09.15 y se repartió de forma desigual por el territorio cangués.

Los cuerpos de emergencias tuvieron intervenciones para realizar achiques de agua en varios puntos de la villa. También el viernes fue necesaria la intervención la de descolgar un cable que había quedado a poca distancia de la carretera y podía engancharse con el galibo de vehículos grandes en la avenida de Ourense. Mientras Emergencias trabajaba, la Guardia Civil reguló el tráfico. Estuvieron presentes también técnicos de Elecnor que actúa por la empresa responsable del mantenimiento de las instalaciones eléctricas, Nartugy-Fenosa. Solicitaron el apoyo de Emergencias para achicar agua en una estancia inundada en la avenida de Ourense, y que afectó al suministro eléctrico de varias viviendas en el centro de la villa de Cangas. Como consecuencia de la inundación se produjo un corte de luz, cuyo servicio se intentó restablecer cuanto antes. Debido a la falta de luz, una mujer impedida, que necesitaba ir al hospital, fue ayudada por Emergencias a bajar de un tercer piso, porque el ascensor no funcionaba. El viernes, Grupo de Emergencias revisó algunos puntos con inundaciones puntuales y arquetas levantadas por acumulación de agua. Durante la tarde de ayer se atendió un aviso por un posible vertido en el río de Aldán, en donde el agua bajaba oscura y con olor a fecales. Esta actuación se llevó a cabo en colaboración con la Policía Local. Ayer, se volvió a estar muy pendiente del posible desbordamiento del río Bouzós, a su paso por Cangas.