Los 100 años de «Benigna»
Nunca en los 13 años de apertura, el Centro de Día Contigo de Cangas pudo celebrar los 100 años de alguno de sus usuarios y ayer Josefa Santos Piñeiro «Benigna» le dio esta alegría. Lo festejaron con flores, una tarta, música y con la familia de esta mujer, alegre y admiradora de Rosalía de Castro

Josefa Santos «Benigna», en el centro, rodeada de la familia en el Centro de Día Contigo. / Gonzalo Núñez
«¡Quién sabe en dónde está el secreto de llegar a los 100 años!», asegura Fina, una de las dos hijas de Josefa Santos Piñeiro, más conocida con el apodo de «Benigna», que se transmite en su familia desde su abuela. Fue un 19 de marzo de hace 100 años cuando esta canguesa y mujer coraje vino al mundo. Ayer celebró su siglo de vida con un cariñoso homenaje que le rindieron en el Centro de Día Contigo, de la localidad, a donde desde hace cuatro años acude y llena muchas horas, ya no sólo de otros usuarios sino de las propias cuidadoras, con su habitual alegría, compartiendo historias y como gran admiradora que es de Rosalía de Castro, a la que considera la mejor poetisa y de la que luce un «pin» en su solapa con su retrato como símbolo de su cariño.

"Benigna" el día de su boda con José. / Cedida
La directora del centro, Lucía Couso, quiso honrar los 100 años de «Benigna» con un acto al que acudió la familia, en el que hubo flores, una tarta con velas y le cantaron y tocaron el cumpleaños feliz. La mujer estaba nerviosa, pero muy agradecida y mostrando esas ganas de vivir que siempre ha tenido y con las que ha conseguido llegar al siglo de existencia, que pocos alcanzan.

Apagando, ayer, la vela de los 100 años en la tarta junto a la directora del centro de día y una de sus hijas. / Gonzalo Núñez
Allí estaban sus dos hijas Lina y Fina, sus cuatro nietos Sara, Adela, Iria y Darío y uno de sus tres pequeños bisnietos, además de sobrinos de los cinco hermanos de esta mujer, que ya fallecieron, y que reconocen que la tienen como «una de las tías más queridas».

La pareja cuando se casó. / Cedida
Fina asegura que su madre siempre ha llevado una vida muy tranquila, sin comer en exceso, con mucha rutina en casa y siempre derrochando un espíritu jovial, alegre y con ansias de vivir. Tal y como Lucía Couso indica, Josefa Santos Piñeiro nació en el corazón de Cangas y fue criada en el seno de una familia humilde, hija de Emilia y Ángel Santos. Desde joven trabajó en diferentes fábricas de conservas y después en la Casa de Indalecio. Se casó con 27 años con José, que también provenía de una familia trabajadora de Cangas. Y fruto de este amor nacieron sus dos hijas.

Otro momento de la celebración de ayer en Cangas con la tarta con su foto. / Gonzalo Núñez
Tristemente la vida de «Benigna» dio un giro inesperado, como a otras tantas mujeres casadas con hombres de mar, cuando su marido, embarcado al bacalao, falleció con 40 años. Tuvo que asumir la responsabilidad de educar y sacar adelante a sus hijas, de sólo tres y ocho años de edad. Y quienes la conocen saben que lo hizo con valentía, cuidó de sus padres y dio un oficio a sus hijas. Con el paso del tiempo se convirtió también en un pilar fundamental para sus nietos quienes le están «inmensamente agradecidos».

Josefa Santos, de joven. / Cedida
«Benigna» también trabajó en Massó, como otras mujeres en Cangas, y compaginó esa labor con las tareas domésticas, mientras sus hijas eran pequeñas. Asumió múltiples roles: costurera, cocinera, profesora, psicóloga, enfermera...y todo con un sentido del humor que la ha acompañado siempre en su vida y del que se destaca de ella: «Non é raro escoitar historias sobre como facía ir a todasas súas compañeiras no traballo, provocando risas que atraían a atención dos encargados». «Benigna» fue siempre una mujer llena de gracia y gran admiradora de Rosalía de Castro.
Lucía Couso reconoce que esta mujer comparte emocionantes historias, adivinanzas y poesía con sus compañeros y compañeras, siempre contagiando su alegría y buen humor. Le gusta recordar los buenos momentos vividos con sus amistades y lleva una foto de ellas en su bolso. Una de ellas es compañera en este centro cangués.
- Una segunda oportunidad a los 89 años: una vecina de Bueu exonerada de una deuda de 68.000 euros por avalar a su hija
- Los Morones piden el fin de la prohibición de acudir a los mercadillos
- El hundimiento de la calzada 'se traga' coches frente al Auditorio y obliga a la UTE a intervenir
- La maestra del bordado
- Un conductor herido tras volcar con su coche en Beluso
- Plantean nuevas promociones en Cangas en donde había parkings públicos provisionales
- Turismo en Cangas, sí, ¿pero así?
- Los centros de salud ya realizan cirugías menores y la sobrecarga de trabajo les impide hacer más