El Concello tala en el cementerio de Beluso ocho árboles por riesgo de caída
Presentaban signos de «infección» y «putrefacción» por podas «severas y mal realizadas»

La tala de los cipreses del cementerio de Beluso / Fdv
El cementerio de Beluso acaba de perder a algunos de sus inquilinos más longevos: ocho cipreses de dos clases diferentes que crecían en las zonas verdes del camposanto y a los que se les calcula una edad de unos 70 años. Una empresa especializada en trabajos forestales elaboró a instancias del Concello de Bueu un estudio de su estado y se determinó que lo más conveniente era proceder a su tala por riesgo de caída. La primera fase, que consistió en la tala y corta de los árboles, ya ha concluido. Ahora se trabaja en la redacción del un proyecto para la segunda fase, que consistirá en el ajardinamiento de las zonas verdes del cementerio.
El mal estado de esta arboleda formada por ejemplares de Cipres Chamaecyparis y Cipres Leylandi se debe a varias razones, tal como se explica en el detallado informe elaborado por la empresa Mundo Verde, que tiene su sede en el propio municipio. En su inspección se detectaron cipreses con partes secas en su estructura principal, lo que afecta al crecimiento y es una causa de deterioro de la árbol, con el consiguiente riesgo de caída; un deficiente equilibrio en su estructura debido a «podas severas, mal realizadas y sin conocimiento»; y la proliferación de «chupones» o ramas no verdaderas en el tronco, que son un «síntoma inequívocode estrés en el árbol» y que se manifiestan a través de ramas con anclajes «muy débiles».
Ramas "potencialmente peligrosas" en caso de vientos
Eso las convierte en «ramas potencialmente peligrosas en caso de movimiento del árbol por viento u otro motivo», tal como detalla el diagnóstico de la empresa especializada. De hecho, en los últimos inviernos desde el Concello recibieron varios avisos por el desprendimiento de algunas ramas de grandes dimensiones.
El ejemplar más alto superaba los 25 metros y contaba con un diámetro de más de dos metros, lo que significa que la circunferencia del tronco superaba los seis metros.
Imposible salvar el conjunto de la arboleda
La recomendación fue talar los ocho árboles, sin que se pudiese salvar ninguno del conjunto. «Supone un riesgo de caída a corto plazo realizar la tala en algunos ejemplares y preservar otros. El motivo es que han crecido en conjunto y a la vez, creando una única copa conjunta que causaría problemas de estabilidad al talar solo parte de ellos», José Ramón Freijomíl Ferradás, responsable de Mundo Verde.

El responsable de Mundo Verde, José Ramón Freijomíl, y el alcalde de Bueu, Félix Juncal, en una de las zonas del cementerio de Beluso en las que se talaron los cipreses. / Fdv
Las deficientes podas realizadas en su momento tienen un reflejo en que los cipreses cuentan con puntos de «infección» y «putrefacción» por esos cortes. Un problema que desde Mundo Verde explican de una manera muy gráfica. «Cualquier nivel de estrés como la poda severa o el corte indiscriminado de ramas produce un efecto doble en el árbol. Por un lado, la planta intenta parar la infección aislando la herida, pero por otro lado necesita una energía extra para poder alimentarse», exponen en el informe entregado al Concello de Bueu. Así se detecta la proliferación de «chupones» o ramas no verdaderas, con las que el árbol intenta una recuperación rápida de la copa a costa de utilizar sus reservas de azúcares almacenadas en la madera. La consecuencia es que progresivamente el árbol dispone de menos reservas para aislar esas heridas y la parte de madera cortada «se va pudriendo poco a poco creando ramas peligrosas o estructuras alteradas».
Con todos estos síntomas, desde Mundo Verde explican que la arboleda del cementerio de Beluso estaba en una fase «decadente» de su vida, que se reflejaba en su envergadura, frondosidad y vigor. A ello también hay que unir los daños materiales que estaban provocando debido a la exposición de las raíces debido al porte y crecimiento de los ejemplares. Esos desperfectos se traducen en levantamientos y roturas en el pavimento porque en su momento no se tuvo en cuenta una distancia de plantación adecuada.
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