La Guardia Civil liquida seis puntos de venta de Rivotril y constata amenazas a médicos

Para hacerse con recetas, algunos de los implicados llegaron a atemorizar a facultativos de la comarca con arma blanca | Conocen los turnos en los centros de salud y aprovechan cuando el servicio de urgencias está saturado

Operación de la Guardia Civil contra el tráfico de Rivotril en Cangas

Operación de la Guardia Civil contra el tráfico de Rivotril en Cangas

Cangas

El detenido este jueves como presunto cabecilla de la trama de tráfico de Rivotril en Cangas, J.M.J.J, de 59 años, fue puesto en libertad a la espera de ser llamado a declarar en el juzgado de Cangas. Tras pasar casi todo el día en las dependencias del cuartel de la Guardia Civil de Cangas junto a su pareja, se optó por no retenerlo más tiempo del imprescindible al contar con domicilio conocido, aunque se trate de una casa okupa, además de arraigo social y tras dar muestras suficientes de que se presentará al juzgado cuando sea requerido. Y es que la operación sigue abierta y está siendo dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Cangas.

Según ha podido saber FARO, desde que comenzaron las investigaciones de esta trama en el año 2022 se desmantelaron hasta seis puntos de venta de Rivotril en Cangas, lo que reduce su disponibilidad en el mercado negro en estos momentos. En todos ellos lo habitual era que los compradores contactasen con los vendedores a través de redes como Instagram o por Whatsapp para fijar las ventas.

La detención se produjo en una casa okupa de la calle Atranco a primera hora del jueves. Se enmarca en una investigación exhaustiva que la Guardia Civil inició hace años, con varias tramas de venta de Rivotril, que es la marca comercial del ansiolítico clonazepam. Es el principal ingrediente de la llamada «droga de los pobres» o karkubi, cuyo consumo entre los jóvenes de la comarca se disparó en los últimos años alertando a los sanitarios y poniendo sobre la pista a las fuerzas de seguridad.

En la operación del jueves hay 16 investigados, entre ellos tres médicos de centros de salud de Cangas y Vigo, dos psiquiatras y un farmacéutico. Ahora se conocen más detalles sobre el modus operandi de los presuntos implicados en la trama. Los que lograban las recetas conocen incluso los turnos de los distintos facultativos, para no presentarse siempre ante los mismos médicos, según explican desde el sector sanitario de la comarca.

El detenido el jueves llegó a amenazar con un arma blanca a un médico de la comarca para exigir una receta de Rivotril e incluso coaccionó, presuntamente, a facultativos exigiendo que le recetasen fentanilo.

Entre los implicados mayores de edad, aunque muy jóvenes, para conseguir el ansiolítico describen los síntomas que buscan en internet ante el psiquiatra para lograr las recetas de este medicamento y de otros psicotrópicos. Insisten hasta conseguir la máxima cantidad posible. Suelen utilizar también los servicios de urgencias, aprovechando sobre todo cuando los doctores están saturados y con poco tiempo, para conseguir su objetivo.

A mayores, hay al menos otros dos menores de edad, de unos 15 años, investigados por la Fiscalía de Menores de Pontevedra. Se les acusa de falsificar recetas en PDF que imprimían directamente en una librería canguesa. Conseguían así el producto para revender.

En el edificio okupado de la calle Atranco los vecinos alertan de la entrada de menores de edad para comprar el karkubi, que consumirían directamente dentro del inmueble. Las veces que fueron parados por agentes municipales mostraban claros síntomas de haber consumido droga pero ya no portaban ninguna sustancia sospechosa.

Una droga barata, adictiva y agresiva

El detonante de las pesquisas de la Guardia Civil de Cangas fueron las multitudinarias quedadas de jóvenes por internet con el único fin de pelearse entre ellos. Unas macropeleas donde los agentes sospechan que el consumo del psicotrópico actuaba como instigador

¿Qué es el Rivotril y para qué se utiliza?

Rivotril es la marca comercial en España del ansiolítico clonazepam. Este medicamento pertenece a la familia de la benzodiazepinas, la misma del diazepam, alprazolam, bromazepam, lorazepam o el midazolam. Incluido en la lista IV del anexo al Convenio de Viena de 1971 en el que se basa la legislación española sobre drogas, la prescripción de clonazepam se ha generalizado en el tratamiento de crisis convulsivas como las que sufren los enfermos de epilepsia, aunque también se recetan a las personas con carácter bipolar y con el síndrome de piernas inquietas. Porque como todo ansiolítico, el clonazepam actúa directamente en el sistema nervioso central, reduciendo su actividad y por tanto la ansiedad.

¿Cuáles son sus efectos secundarios?

El principal efecto secundario del Rivotril es el de estabilizador del ánimo. Pero en paralelo, según el prospecto oficial, su consumo puede producir somnolencia, cansancio, disminución de la coordinación motora y de la capacidad de concentración; mareo, aumento de la salivación, dolor muscular, trastornos del sueño, aumento de la frecuencia urinaria y visión borrosa. ¿Y pensamientos suicidas? También, siempre que el paciente tenga depresión grave. Hay otro efecto equiparable en gravedad con el suicida en el uso de Rivotril porque en ambos casos se corre el riesgo de acabar de la peor manera posible. Se trata del que los psiquiatras llaman «reacción paradójica». Ocurre cuando en lugar de ralentizar el sistema nervioso, infundir calma al paciente, genera el efecto contrario, dispara su actividad y hasta su agresividad. La larga lista de efectos adversos del clonazepam se completa con su poder adictivo. En especial, su consumo durante muchos meses puede crear en el paciente una fuerte dependencia hasta el punto de sufrir el «mono» (síndrome de abstinencia).

¿Por qué llaman a la mezcla del Rivotril con hachís «la droga de los pobres»?

El Rivotril comenzó a ser utilizado por las mafias de Marruecos para elaborar karkubi, una droga que se fabrica mezclándolo con hachís y que es muy popular en los estratos sociales más desfavorecidos del país alauita. Una moda que no ha tardado de dar el salto en España, donde según cálculos policiales, el tráfico de ilegal de este psicotrópico mueve un negocio de más de 100 millones de euros al año.

¿Cuánto cuesta una pastilla en el mercado negro?

Las fuerzas de seguridad llevan años alertando del «triunfo» del karkubi entre los jóvenes españoles. En comunidades como la murciana hasta se han visto obligadas a limitar a sus médicos de Familia la emisión de recetas de Rivotril ante el disparatado y sospechoso aumento de sus ventas en farmacias, superior al 100%. Para los agentes no hay ninguna duda de que el principal motivo del éxito del karkubi en España se debe al bajo precio al que puede conseguirse su principal ingrediente. A modo de referencia, en el mercado negro 50 pastillas de Rivotril se venden por 300 euros, es decir, a 6 euros el comprimido.

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