El Concello incluirá el monte de O Ramil entre las franjas a podar por la Xunta

Las quejas de los vecinos que residen en la Baixada a O Ramil, en la parroquia moañesa de Tirán, por detrás de Lidl, no han caído en saco roto y el Concello de Moaña actuará. Los vecinos protestan por la falta de desbroce y tala de un monte que linda con las casas, en donde en 2008 una promotora quería construir 65 chalés a través de un convenio con el Concello que la servidumbre de Costas frenó, y muestran su preocupación porque el vial no tiene salida —acaba en una playa— y en caso de incendio quedarían atrapados, ya que la maleza invade la carretera.

El Concello de Moaña, tal y como señala la concejala de Medio Ambiente, Dolores Chapela, va a incluir esta zona en las franjas secundarias del municipio para pedirle a la Xunta que realice la ejecución subsidiaria a través de la empresa pública Seaga, y proceda a la poda y limpieza.

Dolores Chapela reconoce que es la solución que les queda, ya que el monte es de propiedad privada, y que desde el Concello ya han enviado requerimientos de limpieza de parcelas desde hace años, pero sin respuesta. Explica que es el procedimiento habitual para advertir a las personas propietarias que actúen y pongan las parcelas en las condiciones que marca la ley y aunque al ser propiedades privadas el Concello no puede meterse ni invadir.

Vecinos de Ramil alertan de que viven en una «selva» y que temen un incendio

De todas formas y en vista de la preocupación, asegura que el Concello también la hace suya por la situación de que los propietarios no cumplen con la legalidad y no limpian el terreno, y se va a incluir esa zona como franja secundaria. Chapela asegura que aunque son varios los propietarios del monte, el mayoritario es la promotora de aquellos chalés que por aquel entonces quería desarrollar la empresa Dismareate, con sede en Ponteareas.

La concejala recuerda que Moaña fue uno de los primeros concellos en adherirse al convenio con la Xunta para la limpieza de las franjas secundarias y añade que cada año solicita alrededor de 10.000 metros cuadrados. Éste es el tercer año solicitado para que la Xunta limpie estas franjas: «Está en proceso. También es cierto que uno de los principales problemas que tenemos es poder identificar a los propietarios de las fincas ya que algunas veces no están actualizados en el catastro y muchas veces recurrimos incluso a los propios vecinos para que nos ayuden a identificar. Es una labor muchas veces muy complicada».

En cuanto a la situación del lavadero, destrozado por la caída de un árbol y en estado de abandono como también el sendero que está señalizado como «Sendeiro Costa de Tirán» que conducía a esta construcción patrimonial, la concejala de Patrimonio, María Ortega, asegura que la actuación en este lavadero fue solicitada por el Consello vecinal de la parroquia de Tirán para priorizar en los presupuestos municipales. Añade que desde el Concello están buscando en el inventario municipal para confirmar de quien es la propiedad, si del Concello o no, para que en el caso de que sea municipal «poder actuar». Los vecinos se lamentan también del mal estado de esta zona en donde los árboles caen y en donde incluso se ve un poste del tendido trenzado por uno.