Vecinos de Ramil alertan de que viven en una «selva» y que temen un incendio
Aseguran que el monte no se limpia y la maleza y árboles invaden la carretera
El terreno era de una promotora que había proyectado 65 chalés, pero se los frenó Costas en 2008

Un poste del tendido eléctrico entre un árbol en el sendero al lavadero en O Ramil. / FdV
El monte de O Ramil en la parroquia moañesa de Tirán, del que tantas páginas se escribió entre 2002 y 2011 por un proyecto para la construcción de una urbanización de 65 viviendas unifamiliares que la protección de la servidumbre de Costas impidió al lindar con la playa de Niño do Corvo, vuelve a escribir un nuevo capítulo.
Ese monte, ubicado tras el área comercial de Lidl, quedó en estado de abandono y los vecinos de la media docena de casas que viven al final de la Baixada a O Ramil —un vial sin salida que da un pequeño acceso peatonal a la playa— llevan tiempo luchando para que se limpie, ya que está lleno de maleza y de especies como el eucalipto y la acacia, y con ejemplares de gran tamaño, que en caso de un incendio puede dejarles en una situación de mucho peligro, «atrapados» y sin poder salir hacia la PO-551.
Los vecinos se dirigieron en varias ocasiones al Concello de Moaña y el concejal de Urbanismo, desplazado al lugar, reconoció que la situación no podía seguir, pero dicen que nada se ha hecho y la maleza invade la calzada y los árboles siguen siendo una amenaza, ya no sólo en caso de incendio, sino también con los temporales, como ocurrió con la última sucesión de borrascas porque pueden caer sobre sus viviendas.

Maleza y árboles que invaden la carretera junto a casas. / Gonzalo Núñez
De hecho, hay tendido telefónico y eléctrico que está muy tumbado y zarandeado por las ramas. Cansados de la situación, han denunciado la situación ante el Seprona de la Guardia Civil, de la que aseguran que ha remitido un informe al Concello.
«El riesgo es grave y el monte se echa encima del camino y de nuestras casas». Reconocen que el terreno es de propiedad privada, no saben de quién, pero entienden que la responsabilidad la tiene el Concello, que es quien debe de exigir la limpieza de las franjas de 50 metros alrededor de los núcleos de población.

Tramo final del vial junto a la playa. | G.N.
El abandono es total, no sólo del monte, sino que también se refleja en el letrero que anuncia un sendero denominado «Sendeiro Costa de Tirán», un paso que está totalmente inundado de maleza y conduce a un antiguo lavadero de piedra que también está destrozado por la caída de un árbol, cuyos restos talados todavía se ven sobre las piedras rotas y los trozos de las tejas partidas del tejado.

Estado del antiguo lavadero, destrozado por la caída de un árbol cuyos restos se ven sobre las piedras. / G.N.
En medio del mismo figura instalado un gran poste metálico del tendido eléctrico trenzado por un árbol.

Vista aérea de la zona forestal en la Baixada a Ramil. / Fdv
El monte había sido comprado hace más de dos décadas por la promotora Dismareate, con sede en Ponteareas, para un desarrollo urbanístico de viviendas unifamiliares en unos 60.000 metros cuadrados. En 2002, gobernando el PP, se había llegado a un convenio con la promtoora para construir 216 viviendas. Era la época del bum inmobiliario. Pero la Lei do Solo aprobada ese año lo hizo inviable.
Después en 2008, gobernando el BNG, se renegoció el convenio para 65 chalés y una cesión de 40.000 metros al Concello. Pero incluía la petición de reducción de 200 a 100 metros la protección de Costas, que quedó rechazada al no estar argumentada. La entrada en vigor del PXOM en 2013 dejó sentenciada la urbanización al figurar el terreno como suelo rústico de protección de Costas —en la franja de 200 metros juto al mar— y el resto de protección forestal o agrícola.
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