Registro de Buques Pesqueros de Galicia | Así se distribuye la flota

Galicia arranca el año con 5.458 barcos de pesca, marisqueo y acuicultura

El 96% de las embarcaciones pesqueras opera en el caladero nacional

La mayor parte son embarcaciones de artes menores

Los puertos de las Rías Baixas suman 2.931 de esas naves

Una vista del puerto pesquero de Bueu.

Una vista del puerto pesquero de Bueu. / Gonzalo Núñez 

Manuel Méndez

Manuel Méndez

La Consellería do Mar ha publicado en la Plataforma Tecnológica de la Pesca el Registro de Buques Pesqueros de Galicia; documento en el que se analizan al detalle las características de la flota operativa a fecha de 31 de diciembre, año tras año.

Esta base de datos, creada en 1991, constituye una radiografía del sector pesquero, marisquero y acuicultor, desmenuzando «las características principales a nivel estructural y de capacidad pesquera de las embarcaciones», lo cual permite «conocer la realidad y evolución de la flota con puerto base en Galicia», esgrimen en la consellería.

Embarcaciones de artes
menores practicando
marisqueo a flote. 
|  Consellería do Mar

Embarcaciones de artes menores practicando marisqueo a flote. / Noé Parga

Este departamento, dirigido por Alfonso Villares, aclara que en la comunidad hay 4.160 barcos de pesca –35 menos que un año antes– y 1.298 auxiliares de pesca y acuicultura, integrándose en este último censo las embarcaciones de los bateeiros y las empleadas por acuicultores como los parquistas de Carril.

Flota pesquera

El análisis de la flota pesquera permite determinar que la Zona I (Vigo), da cobijo a 633 barcos –siete menos que en 2023–, mientras que la Zona II (Pontevedra) pierde un buque, quedándose en 305, y la Zona III (Arousa) mantiene el liderazgo absoluto, con 1.628 embarcaciones censadas, lo que supone quince menos que en el ejercicio precedente.

La Zona IV (Muros) dispone de 619 embarcaciones de pesca –pierde ocho–, la Zona V (Fisterra) se mantiene en 125, la Zona VI (Costa da Morte) baja a 264 barcos –tras perder cuatro– y la Zona VII (Coruña-Ferrol) es la única que registra un incremento, sumando tres naves para elevar el total a 320.

La pesca del
cerco en Arousa. 
|  Noé Parga

La pesca del cerco en Arousa. / Noé Parga

Completan la relación las Zonas VIII (Cedeira) y IX (Mariña Lucense), la primera conservando los 101 barcos que tenía y la segunda bajando de 168 a 165 barcos.

Queda claro que el grueso de la flota pesquera se refugia en las Rías Baixas, amarrando en Arousa el 39% del total y quedándose Vigo el 15%; porcentaje al que se acerca Muros-Noia.

Lógicamente, esto tiene mucho que ver con la mayor incidencia del marisqueo en las rías de Vigo, Pontevedra, Arousa y Muros-Noia.

Artes menores

Baste decir que de los 4.160 barcos de pesca censados, 3.712 corresponden a las artes menores, y de ellas, 2.908 tienen permiso para el marisqueo a flote.

Es, junto al de las nasas, que pueden emplear 2.872 barcos, el segmento más importante, por encima del que integra la conocida flota de enmalle: 1.980 barcos con permiso para el manejo de redes como los miños y trasmallos.

Asimismo, entre los 3.712 barcos de artes menores hay 1.814 que pueden utilizar anzuelo, 234 con permiso para artes remolcadas o haladas a mano, 41 para cerco y 235 aptos para «otras licencias».

Para entender mejor la citada importancia de las Rías Baixas en lo que a flota de artes menores se refiere, hay que decir que en ellas se asientan 2.931 barcos con permiso para su manejo.

Alternancia de artes

Cabe recordar que se permite, en base a la alternancia de artes, que un mismo buque pueda tener autorizadas hasta cinco diferentes, de ahí que la suma de las distintas categorías no coincida con el total de embarcaciones.

En este sentido, destacar que la combinación de artes más frecuente es el permiso para «liña» o cordel alternado con el de marisqueo desde embarcación y el de nasas para nécora y camarón, al que se acogen 256 naves.

La combinación de marisqueo a flote más nasa para nécora y camarón, para la que pueden despacharse 233 barcos, ocupa el segundo lugar, por delante de la alternancia entre «liña» o cordel con marisqueo a flote (178).

Los barcos del cerco censados en Galicia.

Los barcos del cerco censados en Galicia. / Consellería do Mar

El mayor porcentaje de barcos al hablar de artes menores, con un 42% del total, se encuentra en Arousa (1.566 naves), situándose la ría de Muros-Noia en cerca del 16% (587 barcos) gracias al tirón que ejerce el marisqueo en el puerto y la lonja de O Testal.

A Vigo le corresponde un 13,5% (501 naves), quedándose Pontevedra en algo más del 7% (277 barcos de artes menores).

Respecto a las demás rías, la de mayor incidencia de este sector es Coruña-Ferrol, con 288 barcos, por delante de Costa da Morte (215), Fisterra (122), Cedeira (82) y Mariña Lucense (74 barcos de artes menores).

Puerto a puerto

Una flota que, si se desglosa puerto a puerto, aparece capitaneada, precisamente, por Noia, donde gracias al marisqueo hay censados 454 barcos de artes menores.

Le siguen los puertos de A Illa de Arousa, Cambados, Ribeira y Rianxo, con 388, 201, 195 y 192 buques de artes menores, respectivamente.

La relación continúa con el puerto de O Grove (143), Cangas (134), Ferrol (108) y tanto Carreira-Aguiño como Bueu, con 101 barcos en cada caso.

La distribución
de la flota auxiliar
de acuicultura. 
|  Consellería do Mar

La distribución de la flota auxiliar de acuicultura. / Consellería do Mar

Por debajo del centenar están ya Cabo de Cruz-Boiro (89), Vilanova (86), Moaña (82), A Pobra do Caramiñal (76), A Coruña (74) y Baiona (71 barcos de artes menores).

Cierran la relación Fisterra (79 naves), Arcade (61), Camariñas (58) y Combarro, con 57 embarcaciones autorizadas.

La Consellería do Mar hace un especial hincapié en el capítulo dedicado a artes menores debido a que es «el colectivo cuantitativamente más relevante de nuestra comunidad».

Un claro dominio de las artes menores

De los 4.160 barcos de tercera lista que integran el registro de la flota gallega, solo 64 se centran en las pesquerías comunitarias y 102, en las internacionales.

El segmento más significativo es el del caladero nacional (Cantábrico-Noroeste), con 3.994 embarcaciones censadas.La base de datos de la Consellería do Mar permite determinar que entre estas últimas hay 3.712 autorizadas para el empleo de lo que conoce como artes menores, lo que supone 29 menos que un año antes.

Son naves con una eslora media de 6,46 metros y una potencia de apenas 30 caballos que representan el 89% de la flota pesquera.

Junto a ellas, también en el caladero nacional, 48 de arrastre, 144 de cerco, 23 de enmalle, 18 de palangre de fondo y 49 dedicadas al palangre de superficie.

Aunque son datos orientativos, ya que la posibilidad de combinar artes hace que ese reparto varíe a lo largo del año y a medida que comienzan o se levantan determinadas vedas.

Cerco

Pero el departamento de Alfonso Villares también incorpora un apartado especial centrado en el caladero nacional de cerco, «por ser éste el más numeroso después del de artes menores»

Entre los 144 barcos autorizados para el caladero Cantábrico Noroeste hay 23 censados en los puertos de la ría de Vigo, 10 que lo están en los de Pontevedra y 24, en los de Arousa.

El reparto de las naves de artes menores por zonas de producción.

El reparto de las naves de artes menores por zonas de producción. / Consellería do Mar

Además de 29 en Muros-Noia, 32 en Costa da Morte, 17 en Coruña-Ferrol, dos en la zona de Cedeira y siete en Mariña Lucense.

Del desglose puerto a puerto puede destacarse a Portosín (Porto do Son), con 27 barcos aptos para el cerco en el caladero nacional, seguido de Camariñas (19), Vigo (17), Cambados (15), Malpica de Bergantiños (12), Sada (8) y Bueu (6).

Embarcaciones auxiliares de acuicultura

Dejando a un lado la pesca y el marisqueo, procede destacar el papel de la acuicultura, como se decía al principio con 1.298 embarcaciones auxiliares autorizadas en el conjunto de la comunidad; 493 de ellos censados en la provincia de A Coruña, 12 en la de Lugo y 793 en los puertos pontevedreses.

Por cierto, que cuatro de las naves de acuicultura y auxiliares tienen más de 24 metros de eslora, con una potencia media de 257 caballos.

La mayor parte –casi el 45% del total– son barcos de menos de 12 metros de eslora (583), mientras que el 39% corresponde a barcos de entre 12 y 18 metros (510 unidades) y un 15% (201 naves) tienen entre 18 y 24.

La ría de Arousa, con los parques de cultivo de Carril y 2.300 de las 3.300 bateas de mejillón y ostra existentes en Galicia, acumula la flota más numerosa, con 923 embarcaciones que representan el 71% del total.

La distribución de la flota por caladeros.

La distribución de la flota por caladeros. / Consellería do Mar

La siguen la zona de Coruña-Ferrol, con 117 barcos auxiliares, la de Vigo, que suma 109, Pontevedra, que dispone de 88 y Muros-Noia, con 35 barcos acuícolas.

A Illa y O Grove

En este caso los puertos más importantes son los de A Illa de Arousa y O Grove, con 160 y 134 barcos auxiliares, por delante de Cabo de Cruz (128), Rianxo (112) y Carril (Vilagarcía), que a pesar de tratarse de un pequeño puerto limitado a los bivalvos y carente de descargas de mejillón tiene 101 embarcaciones auxiliares.

A continuación aparecen A Pobra, Vilanova, Ferrol, Vilaxoán, Moaña, Cambados, Bueu, y Barallobre.

Se completa el ranking con Muros, Combarro, Aldán-Hío, Cangas, Vilagarcía, Sada y San Adrián.

«El 5% de la economía de Galicia y 50.000 empleos»

Cuando Alfonso Villares, el conselleiro de Mar, presenta el Registro de Buques de Galicia, lo hace destacando que son «4.200 embarcaciones que faenan más allá de las adversidades climatológicas para llevar a los mercados el mejor producto bajo los más exigentes estándares medioambientales y buscando una utilización sostenible de los recursos marinos».

Pero sobre todo hace hincapié en que el trabajo a bordo de esas embarcaciones «representa alrededor del 5% de la economía de Galicia y cerca de 50.000 empleos».

En el equipo de Villares y la directora xeral de Desarrollo Pesqueiro, Marta Villaverde, consideran que esas cifras dejan patente «la importancia» de la actividad pesquera y marisquera.

Salen así en defensa de un sector «especialmente condicionado por las políticas comunitarias y decisiones trascendentales como la asignación de TAC y cuotas, el diseño de la Política Pesquera Común y la estrategia comercial frente a terceros países, de los que proviene el 60% del pescado que se consume en todo el continente».

Circunstancia que lleva a Villares a reivindicar la pesca «como una fuente sostenible de alimentos esencial para garantizar la soberanía alimentaria de toda Europa».

De ahí su apuesta por «avanzar hacia una valorización de nuestros productos, aplicar modelos más eficientes y competitivos en la cadena mar-industria, buscar nuevos mercados, dar respuesta a las nuevas y exigentes necesidades de los consumidores y favorecer el relevo generacional para que la pesca gallega tenga futuro».

En este contexto enmarca «el apoyo de la Xunta para mejorar nuestros buques en materia de habitabilidad, seguridad y condiciones de trabajo de sus tripulaciones, dando como resultado una flota más competitiva y moderna».

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