Las mascotas honran a su patrón sin rechistar

Cangas celebra una bendición a los animales domésticos por la festividad de San Antón Abad

El párroco de Cangas durante la bendición a las mascotas en el atrio.

El párroco de Cangas durante la bendición a las mascotas en el atrio. / Gonzalo Núñez 

Ayer se celebraba la festividad de San Antón Abad, considerado como el patrón y protector de los animales. Una buena ocasión para que las mascotas se acerquen a la iglesia, como ocurrió ayer en Cangas, y que reciban una más que merecida bendición. Seguro que a veces aguantar a sus dueños debe ser difícil.

El habitual sonido de las campanas de la excolegiata de Cangas ayer fue sustituido por otro tipo de coro: los ladridos de los perros que esperaban en el atrio parroquial por su bendición. Porque los animales también tienen a su santo patrono, que es San Antón Abad, y ayer recibieron bien gustosos la bendición por parte del párroco de Cangas, Severo Lobato. Los ladridos de los momentos previos a la bendición se tornaron en silencio y atenta escucha cuando el sacerdote leyó las Escrituras. Y ninguno protestó o emitió un ladrido en forma de queja al recibir el agua bendita.

Alrededor de una veintena de personas se reunieron ayer con sus mascotas, que este año eran mayoritariamente perros, delante de la iglesia canguesa para participar en la bendición con motivo de San Antón Abad. Este monje está considerado como el patrón de los animales debido a su conexión con la naturaleza y a que durante su retiro en el desierto curaba y cuidaba de animales enfermos, según cuenta la historia. De hecho su representación más habitual es con un cerdo domesticado a sus pies.

Los asistentes, con sus mascotas, escuchan al párroco antes de la bendición.

Los asistentes, con sus mascotas, escuchan al párroco antes de la bendición. / Gonzalo Núñez 

Antes de la bendición el párroco de Cangas recordó varios pasajes bíblicos en los que los animales tienen un papel destacado, como en la historia del diluvio universal y el arca de Noé, la ballena que engulle y resguarda en su vientre a Jonás durante tres días y tres noches o los cuervos que por orden divina alimentan al profeta Elías. Unas lecturas en las que también recordó el importante papel que juegan los animales en la vida del ser humano, ya sea como alimento, como ayuda en los pesados trabajos o simplemente como compañía y alegría.

Una contribución que bien merece que las mascotas disfruten de un día para celebrar a su patrón y para recibir la bendición e intercesión divina. Ayer entre algún que otro ladrido se escuchaba el croar de una rana, pero no se trataba de ninguna mascota salida de la charca que viniese a buscar su bendición.

Para decepción de los presentes era solo el sonido de un teléfono móvil. A lo mejor el próximo año hay más variedad de fauna. ¡Qué todos son animales del Señor!

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