«Si nos vigilan, nos controlan..., nos maltratan»

No más de 400 personas recorrieron ayer el tramo que hay entre la Praza do Concello y la rotonda de Ondiña y el camino de vuelta para conmemorar el Día Internacional Contra la Violencia de Género. Dos pancartas y muchas consignas en una noche con especial dedicación a la mujer discapacitada.

Cabecera de la manifestación de ayer en Cangas.

Cabecera de la manifestación de ayer en Cangas. / Gonzalo Núñez

En estos tiempos de lucha feminista, del movimiento Me Too, de la salida a escena del caso Errejón, del goteo incansable de las muertes por violencia de género, cabría de esperar que Cangas pusiera más gente en la calle para conmemorar el Día Internacional Contra la Violencia de Género. Estaban las fuerzas vivas, eso sí, que trataban de salvar la manifestación alzando la voz en los sentidos mensajes que salpicaron el trayecto desde la Plaza do Concello hasta la rotonda de Ondiña. Estaba prácticamente toda la corporación municipal, representados todos los partidos políticos, los del gobierno y los de la oposición. Pero faltaba pueblo. Solo estaba su representación. Y no debe considerarse un tema baladí que a la manifestación de ayer del 25-N acudieran alrededor de 400 personas, cuando se trata de un asunto que preocupa, que es tema de Estado y por el que hay muchas lágrimas y demasiada sangre. Cangas es mayor de edad para alzar la voz con estridencia. Ayer trató de hacerlo.

Manifestación por las calles de Cangas |  Gonzalo Núñez

Manifestación por las calles de Cangas | / Gonzalo Núñez

En la noche después de la ciclogénesis Bert, la lucha contra la violencia de género pasó más inadvertida. Estaban los de casi siempre. Ni llovía mucho ni hacía mucho frío. No era una excusa el tiempo para no salir a la calle a demostrar sensibilidad por un problema mundial. Claro que, a lo mejor, habrá quienes consideran que las manifestaciones no son la mejor fórmula para estas luchas. Una de las presentes se lo preguntaba ayer al ver la respuesta en clave de manifestación. «Ao mellor non se trata de sair todas a rúa», comentaba dolorida.

Público en la Praza do Concello escuchando el manifiesto. |  Gonzalo Núñez

Público en la Praza do Concello escuchando el manifiesto. / Gonzalo Núñez

La manifestación la encabezaba una pancarta en la que se podía leer «Cangas contra a violencia machista». Estaba portada por las mujeres que forman parte del Consello Municipal de Igualdade. Allí estaba la alcaldesa de Cangas, Araceli Gestido; la concejala socialista, Sagrario Martínez y su compañera Pilar Nogueira; la edil de EU, Aurora Prieto, y la del PP, Verónica Gómez, así como la presencia de la concejala de Igualdade el Concello de Cangas, Leo Gala (BNG). La edil de Alternativa dos Veciños, Victoria Portas, se quedó fuera de la pancarta y tampoco hizo la ruta con su compañero de lista, Mariano Abalo, que solo se juntaron al final, después de que Casilda Alfaro leyera el manifiesto. La pancarta en la que se leía «Contra los feminicidios, máis servicios púbicos», estaba portada por gente del BNG, como la concejala de Facenda Xiana Abal, la concejala de Normalización Lingüística, Lucía Docampo o el edil de Turismo Noël Malvido. No desfilaron pancartas de más partidos ni asociaciones. En la espesura de la masa humana estaban presentes miembros de los partidos políticos: la diputada parlamentaria Dolores Hermelo (PP), el diputado parlamentario Paulo Ríos (BNG), el nuevo concejal del PSOE, Eugenio González, los ediles del PP, José Luis Gestido y Sergio Iglesias, así como la ex concejala socialista, Iria Malvido, que departió durante algún tiempo con la presidenta de A Voz da Sanidade, Carmen Nores.

La actriz Casilda Alfaro fue la encargada de leer el manifiesto al término de movilización. Habló de que era el momento de acabar con el silencio de esta lacra, que poner punto y final a la resignación y a la vergüenza, que fueran ellos, los maltratadores, quienes tuvieran vergüenza. No dejó dudas de que el problema, lejos de desaparecer, aumenta, de la necesidad de acabar con el problema de raíz. Aseguró que la violencia machista es un síntoma de la gran brecha de género que hay aún hoy en día a en la sociedad, de que los tiempos estaban cambiando y que la vergüenza debía de cambiar de bando.

Casilda Alfaro ofreció datos acera de la mujeres discapacitadas maltratadas. Según la fría estadística, estas mujeres tiene entre un 40 % y un 50% más posibilidades de ser maltratadas. Solo el 34% de las mujeres discapacitadas presentan denuncias y un 3% las retiran. «El silencio nos hace cómplices. Tolerancia cero. Si nos controlan, si nos vigilan, si nos envía imágenes...son actos de violencia». Esta última frase dicha en voz alta fue muy aplaudida por todos los manifestantes.

Leo Gala no quiso protagonismo.

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