Un «Gran Hermano» en la ría de Vigo
El Instituto de Investigacións Mariñas de Vigo lidera el proyecto científico «Belas», que estudia el comportamiento de diferentes especies de tiburones
Los científicos han estado en Cangas, donde con ayuda de la flota marcaron y colocaron un emisor acústico en ejemplares de melgacho
Un «Gran Hermano» controla y monitoriza a algunos de los habitantes de la ría de Vigo a través de cámaras submarinas y unos sensores acústicos individualizados. Los habitantes que son objeto de este seguimiento forman parte del grupo de los elasmobranquios, una subespecie de peces cartilaginosos en la que se incluyen los tiburones y las rayas.
Un grupo de científicos del Instituto de Investigacións Mariñas de Vigo (IIM), que forma parte del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), lleva desde el verano trabajando en este proyecto y esta semana estuvieron en el puerto de Cangas «marcando» ejemplares de melgacho o melca [también conocida como pintarroja o pintarrosa], una de las especies de tiburón más habitual en las rías, que cuenta con un importante valor comercial.
El equipo de investigación está dirigido por David Villegas y cuenta con la colaboración de cofradías de la ría, como la de Cangas, que a través de sus barcos capturan vivos ejemplares de las especies objeto de estudio para que los científicos las puedan marcar. En el puerto cangués han contado con la colaboración de embarcaciones como «Irene y Brais» o el «Siempre Pepita», que se encargaron de traer a puerto los peces.
Este proyecto científico llamado Belas tiene como objetivo de estudio a los melgachos, rayas y al tiburón azul, más conocido como quenlla. La investigación emplea fundamentalmente dos tecnologías. Por un lado, los científicos han desplegado en diferentes puntos de la ría de Vigo cámaras remotas con un cebo de sardina machacada para atraer a los peces y así poder conocer los lugares en los que suelen moverse, su tamaño y comportamiento. Cada uno de estos sistemas incorpora dos cámaras, lo que permite calibrar el campo de visión y medir los peces que aparecen en la imagen.
El segundo pilar tecnológico es el que se pudo ver ayer en el pantalán de Cangas. Los científicos estuvieron marcando a los melgachos que les trajo la flota canguesa. En primer lugar y para garantizar el bienestar animal, se anestesia a los ejemplares. A continuación, con una sencilla y rápida incisión quirúrgica se procede a colocarles un emisor acústico, que es como una pequeña pila de menos de cuatro centímetros. Durante este proceso se aprovecha para medirlos, tomar muestras genéticas, isotópicas (saber qué comen) y de sangre (para comprobar hormonas y si está en proceso de reproducción).
Unos 160 ejemplares marcados y se espera llegar a 230
Después de un corto periodo de tiempo en un capazo con agua para que los melgachos se recuperen de la anestesia vuelven al mar. Antes de ser liberados se les coloca una marca externa en la que figura un número de teléfono para que en el caso de que sean capturados los marineros se pongan en contacto con los científicos. En esta primera fase la intención es marcar unos 160 ejemplares, entre todas las especies del estudio, y el próximo año se continuará hasta llegar a entre 220 y 230 individuos.
Cada uno de estos emisores cuenta con un código único y en la ría habrá una serie de receptores acústicos o hidrófonos, que registrarán a los peces cada vez que pasen cerca de ellos.
David Villegas explica que la relevancia de este proyecto de investigación se relaciona con el hecho que «en realidad no sabemos nada de los peces que hay en la ría: ni cuántos hay, ni dónde están, ni cómo se comportan o socializan ni si están siempre en esta ría o se mueven a otros lugares». La elección de los elasmobranquios se debe a que son especialmente vulnerables y con una fecundidad baja. «Mientras un pinto o una maragota suelta miles de huevos, estas especies solo ponen unas docenas», ejemplifica David Villegas. Con este estudio se espera conocer más sobre su comportamiento o como responden ante los cambios ambientales.
Charla el próximo 8 de noviembre en el salón de plenos de Cangas
En el estudio que está realizando el equipo científico que se desplazó esta semana a Cangas coinciden dos proyectos: Belas y Corme. Ambos son de carácter plurianual y cuentan con financiación a través de la Agencia Estatal de Investigación y de la Xunta de Galicia, que ayudan a financiar las antenas y la telemetría. Desde el proyecto Belas agradecen la colaboración recibida por parte de las múltiples cofradías que trabajan en el ámbito de la ría de Vigo, que desde un principio mostraron su interés en esta iniciativa, así como de la Autoridade Portuaria de Vigo y el Club Náutico Illa de San Simón.
El próximo viernes 8 de noviembre, a las 16.30 horas, se celebrará en el salón de plenos de Cangas una charla informativa para presentar este proyecto en el que participan científicos de diversas nacionalidades. Junto a David Villegas trabajan el técnico Iñigo Expósito, que se encarga de la parte técnica y de las inmersiones; el francés Ken Papadopoulo, que está realizando su tesis de doctoramiento; y Robert Perryman, procedente de Reino Unido, que está trabajando en su postdoctorado.
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