El uso de disolventes en la plaza de Cangas espanta a clientes y enoja a los vendedores

Los vendedores de la plaza de abastos de Cangas van de enfado en enfado. El último, este fin de semana provocado otra vez por las obras de acondicionamiento de dos puestos que almacenarán los residuos de carne y pescado, conocidos como sandach. La empresa adjudicataria estuvo trabajando el jueves por la mañana, coincidiendo con la actividad del mercado, y pese a las quejas de los afectados retomó la actividad el viernes también en jornada matinal, el día más fuerte en ventas, y utilizó disolventes u otros productos químicos que “espantaron a los clientes”, aseguran los afectados, que volvieron a trasladar sus quejas al Concello.

Los más afectados por las obras y el “mareante olor” fueron las pescaderías y carnicerías más cercanas a la fachada noreste, que mira hacia el consistorio. Sus concesionarios dudan de que “sea legal” utilizar productos de este tipo mientras se está comerciando con alimentos y trasladaron sus protestas a los conserjes del mercado de abastos. En todo caso, abundan en las críticas hacia los representantes políticos municipales por “hacer las cosas de cualquier manera y no supervisar a quienes las ejecutan”, y cargan contra la concejala de área, Lucía Docampo (BNG), porque “ni se le ve por aquí ni se le espera”.

Las obras de acondicionamiento de dichos puestos, cuya inversión ronda los 22.000 euros, deben estar rematadas el lunes, último día de mes, y aún falta “bastante trabajo por hacer”.

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