Cangas investiga a vendedoras de productos “de casa” que compran en almacén y baraja multas

La Policía Local volvió a inspeccionar ayer algunos puestos con frutas y verduras de aspecto foráneo | Las infractoras de la normativa se exponen a que les retiren el puesto de venta

Puestos de productos “da aldea”, ayer, en el entorno de la plaza de abastos de Cangas.

Puestos de productos “da aldea”, ayer, en el entorno de la plaza de abastos de Cangas. / G. Núñez

Las frutas y verduras “de aldea” deben ser de aldea, y si se venden en los puestos habilitados para ello en el entorno de la plaza de abastos de Cangas hacerlo directamente al consumidor, sin intermediarios. De acuerdo con el reglamento municipal, las vendedoras de excedentes de productos de huerta en días de mercadillo –martes y viernes– no pueden negociar con alimentos foráneos o que procedan de otros proveedores, pero el Concello ya ha recibido denuncias por “competencia desleal” ejercida por algunas vendedoras que “compran no camión ou en almacéns” y lo venden luego como si fuera propio. La Policía Local ya inspeccionó alguno de esos puestos situados en la calle Eugenio Sequeiros, para interrogar y tomar datos acerca de la procedencia y trazabilidad de los productos. Si se confirma el incumplimiento, el Concello aplicará multas e incluso baraja retirarles la autorización a los infractores.

Las quejas ya vienen de lejos y los conserjes del mercado han intervenido en varias ocasiones por este asunto. También lo han hecho los agentes policiales, que el pasado viernes levantaron acta sobre los productos a la venta en uno esos puestos y ayer volvieron a hacerlo. “No es normal que en un puesto de aldea haya kiwis, sandías, melones e incluso plátanos a las puertas del mes de octubre”, argumenta una de las personas críticas con la situación, que pide el anonimato. Otra incluso apunta algunos lugares donde se queda para hacer las compras a mayoristas, en camión o almacén, y añade que la mayoría son personas jubiladas, que cobran pensión y solo pagan al Concello un canon simbólico de un euro por metro cuadrado.

Tanto la alcaldesa de Cangas, Araceli Gestido, como la concejala responsable de la plaza de abastos y el mercadillo ambulante, Lucía Docampo, reconocen que hay quejas por este tipo de infracciones y que es necesario “tomar medidas”, entre ellas multar a quien incumpla la normativa. Pero también advierten de las dificultades para verificar el origen y trazabilidad de los productos. En cualquier caso, si se trata de productos fuera de temporada, “é evidente que non son da casa”.

Una de las vendedoras interrogadas por estos hechos reconoció que no todo lo que vende son excedentes de su propia cosecha, que otros vendedores colindantes hacen lo mismo y que sus productos procederían de fincas de otros vecinos, no de mayoristas. Pero la Policía no tiene capacidad para determinar la procedencia de frutas y verduras a la venta.

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