¡Es tiempo de chiringuitos!
Los locales playeros de O Morrazo pasaron de vender solo bebidas y helados a ser un lugar para cenar y escuchar música en directo.

El exterior del chiringuito de San Bartolameu, en Meira. / Pablo Hernández
Marta Hernández
El verano llegó. Con el buen tiempo y la subida de las temperaturas, una opción escogida es la playa. Y allí está el chiringuito, para muchos, el escenario de reunión con familia y amigos durante el verano. La comarca de O Morrazo cuenta con 44 locales de este tipo, con 21 en Cangas, 20 en Bueu y 3 en Moaña, donde centenares de personas que visitan sus arenales toman un refresco o un helado después de un día de playa. Además, algunos ofrecen la opción de comer y cenar mientras escuchas música en directo. A continuación, citamos algunos ejemplos de chiringuitos ubicados por todo el litoral morracense.
En la zona de Pinténs, cerca de Aldán, en Cangas, está el Chiringo “Castiñeiras”. Su dueño, Adrián Portas, afirma que las horas más concurridas suelen ser al mediodía, con el servicio de comidas o en la franja desde las 18:00 a las 20:00 horas, cuando la gente sube de la playa de Terra da Laxe y se queda a tomar algo. Para amenizar el lugar, Adrián comenta que ponen música tranquila, ambiental, que van variando a lo largo del día. Pero este no es el único modo de escuchar música en el “Castiñeiras”, sino que suelen traer artistas en directo, como el concierto que celebraron el 23 de julio de la guitarrista y cantante Carla Gil.
Aunque los músicos no sólo aprovechan este chiringuito para cantar, si no que, según Adrián Portas, los miembros de la mítica banda Cómplices o el bajista de la cantante Chenoa, Javi Calambres, han estado en la terraza del “Castiñeiras”. El dueño afirma que, desde que abrió el chiringuito, ha habido un incremento del número de estos locales, ya que la gente incluso va en días nublados. La razón de esto, según Portas, está en la comodidad de estar en una terraza y en salir de la rutina de siempre de comer fuera en un restaurante. Este local lo abrió Adrian Portas en 2012, con el fin de pagarse los estudios, pero acabó viviendo de ello.
“La Jaima de Rodeira” es un chiringuito especializado en cócteles, abierto desde 2013, que está localizado junto a la playa canguesa homónima y dirigido por Natalia Fernández. Las horas cuando hay más gente es sobre las 18:30-21:00, después de pasar el día en el arenal. Suelen poner música de los años 80 y 90. Alguna vez han tenido actuaciones en directo y, de hecho, el próximo 8 de agosto actuará Iago, un artista de Mos. El gusto por este tipo de locales Natalia lo relaciona por la informalidad con la que la gente puede ir vestida, ya que muchos de sus clientes van en traje de baño o descalzos.
Junto a la playa de Portomaior, en Bueu, está el “Chiringuito de Portomaior”. Iván Teixeira, uno de los socios encargados del local, asegura que las horas con más clientela son de 13:00 a 16:00 horas y de 21:00 a 23:00 horas). Los clientes suelen escuchar en este chiringuito música de todo tipo, aunque tres días a la semana por la noche, hay conciertos en directo, como las actuaciones de los grupos Jugones y Raúl y Cía, además de una sesión vermú los domingos. Teixeira achaca una mayor notoriedad de los chiringuitos estos años debido a las redes sociales. Además, indica que la popularidad de estos establecimientos es por tema de oferta y demanda. “A más turismo que reciben las playas de las Rías Baixas, hay más gente que quiera beber y esa necesidad la cubrimos los chiringuitos”. Teixeira también comenta que ha habido un cambio en el consumo de chiringuitos. Por una parte por los clientes, que hace treinta años eran sobre todo gente adulta y ahora son en su mayoría chavales. Por otra, también han cambiado los patrones de consumo, ya que antes sólo se ofrecía una bebida o un helado y ahora esto se complementa con comidas y música en directo. Este es el primer año que la junta a la que pertenece Iván Teixeira es responsable del local, después de que el anterior dueño tuviera el local desde 2011. El motivo que llevó a los dueños actuales a coger este local es para satisfacer la gran demanda que había de gente en la playa que pedía que le llevaran la comida que hacían en su otro local, el restaurante “A esmorga”.
Pedro Alonso trabaja en el Chiringuito de la playa de A Xunqueira, abierto desde junio, en uno de los arenales más concurridos de la localidad de Moaña. En su caso, afirma que los horarios cuando hay más afluencia es de 12:00 a 15:00 en el turno de mañana y por la tarde suele depender de cómo de caluroso sea el día, pero normalmente hay más clientela aproximadamente entre las 19:30 y las 23:00 horas. Suelen poner música variada, pero el estilo musical ha ido cambiando a lo largo del tiempo, ya que ha ido disminuyendo la cantidad de música de reggaeton por las quejas de la clientela, en contraposición con el rock-indie, que se ha elegido cada vez más para amenizar la terraza del local. Debido a que deben conseguir una licencia de música al aire libre y a que éste ha sido su primer año, aún están tanteando llevar a cabo conciertos en directo, pero esperan contar en el futuro con actuaciones de grupos de la localidad como “2 con 2” o “Demasiadas sombras y pocas luces”. Justifica que el aumento del número de chiringuitos a que estos son un negocio rentable y Pedro Alonso afirma que “hay gente que vive de lo que gana en esos 3 meses el resto del año.” La popularidad de este tipo de locales, según el trabajador del chiringuito de A Xunqueira, es debido a que el resto del año, por la climatología de Galicia, la gente debe quedarse en casa, por lo que cuando pueden les gusta tomarse un refresco o un helado tranquilamente algo fuera, en lugares como estos establecimientos.
A menos de un kilómetro del anterior está el chiringuito de San Bartolomeu, a la entrada de esta ensenada de Meira, Moaña. Su punto álgido de clientes suele ser tras las ocho de la tarde. La música predominante es el Rock & Roll pero también suenan otro tipo de estilos musicales. Entre sus clientes más conocidos están el futbolista del Celta, Iago Aspas, y el remero olímpico, Rodrigo Conde. El dueño, Jesús Núñez, afirma que estos negocios gustan porque la gente quiere estar al aire libre después de pasarse meses dentro de casa por el mal tiempo. Al igual que el chiringuito de A Xunqueira son un negocio bastante reciente, llevan abiertos desde el 1 de junio de este año.
En la playa canguesa de Areamilla está situado otro local de estas características. Según una empleada, suelen tener más clientela a partir de las ocho de la tarde y no ponen música para no molestar a los vecinos de la zona. En cuanto al incremento del número de chiringuitos, afirma que este ha duplicado el número de estos locales. “Hace años éramos 9 y ahora somos 18 chiringuitos.” Argumenta que la gente tiene una idea equivocada de los chiringuitos, ya que, en general, se piensa que es “el oro y el moro” pero con temporadas como la actual, donde ha habido muy pocos días soleados, los ingresos algunas veces no cubren los gastos que suponen llevar el local.
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