La ejecución de la biblioteca de Bueu llega al 90% y la Diputación se abre a ampliar el plazo

Las condiciones de esa nueva prórroga se conocerán en los próximos días | El Concello pide a la contratista no bajar el ritmo

Esta semana comenzó el montaje de las ventanas en el edificio de la biblioteca Torrente Ballester. |   // G.NÚÑEZ

Esta semana comenzó el montaje de las ventanas en el edificio de la biblioteca Torrente Ballester. | // G.NÚÑEZ / david garcía

La obra de la Biblioteca Torrente Ballester de Bueu encara su recta final y ahora sí que es perfectamente visible el avance experimentado en las últimas semanas. Los técnicos estiman que en estos momentos el 90% de los trabajos están ya ejecutados y estarían en disposición de completarse antes de final de año. La única duda es la instalación del ascensor, que está en fase de construcción por vía de urgencia y cuya entrega podría estar un poco más apurada. Sin embargo, salvo sorpresa de última hora el proyecto contará con un balón de oxígeno. Esta misma semana la Diputación de Pontevedra comunicó al gobierno local que se está articulando una fórmula para poder ampliar el plazo de justificación de la obra y las condiciones se conocerán en los próximos días.

El edificio combinará el color rojizo original y el blanco . |   // G.NÚÑEZ

El edificio combinará el color rojizo original y el blanco . / Gonzalo Núñez

Esta intervención cuenta con la financiación del Plan ReacPon y tanto Bueu como otros concellos beneficiarios solicitaron a la Diputación la ampliación del periodo para la justificación debido a los problemas admistrativos para licitar los proyectos o por imprevistos durante su ejecución. El alcalde, Félix Juncal, se desplazó ayer para visitar los trabajos y trasladó a los técnicos este nuevo escenario. No obstante, solicitó que se mantuviese el ritmo de la obra para estar preparados ante cualquier contingencia.

Durante el recorrido los técnicos explicaron que a estas alturas el 90% del proyecto se encuentra ejecutado. Esta misma semana se comenzó la colocación de las ventanas, con lo que en los próximos días se completará la imagen exterior del edificio. En esa apariencia exterior destacará presencia de dos colores ya que la Biblioteca Torrente Ballester combinará el tono rojizo original con el blanco.

En el interior del edificio el trabajo que falta básicamente es la colocación de los falsos techos y completar las instalaciones. “Dependiendo del momento y de los gremios implicados aquí hay entre 20 y unas 50 personas trabajando diariamente”, explicaban los técnicos que supervisan la ejecución de los trabajos.

Con esta transformación la biblioteca pasará a ser un edificio con tres plantas o alturas. En la que se considera como semisótano, que tendrá entrada desde el parque Ramal dos Galos, se crea un salón de actos y se ubicará el archivo municipal, que incluirá un despacho para el archivero. Son casi 400 metros cuadrados construidos y 350 de superficie útil. La ejecución de este proyecto permitirá el regreso del archivo al centro de Bueu después de más de 20 años en el centro sociocultural de Cela, donde se liberará espacio para usos sociales y culturales.

La amplia terraza exterior que se crea en la planta alta hacia la calle Ramal dos Galos y al parque público. |   // G.NÚÑEZ

La amplia terraza exterior que se crea en la planta alta hacia la calle Ramal dos Galos y al parque público. / Gonzalo Núñez

La planta intermedia, con entrada desde la calle , tendrá una superficie de más de 300 metros cuadrados, con salas de lectura y estudio y un despacho para el bibliotecario. La transformación del edificio ha supuesto la construcción de una planta a mayores de más de 250 metros cuadrados construidos, lo que significa un gran espacio a mayores y donde se habilitará una sala de lectura y otra multimedia. A mayores se crea una amplia terraza exterior hacia la calle Ramal dos Galos y al parque público. El espacio estará delimitado por una barandilla con laminas de cristal para permitir las vistas. Todas las plantas estarán comunicadas con un ascensor, con lo que se solucionan las barreras arquitectónicas del anterior edificio.

La obra fue adjudicada a Construcciones Castro y en estos momentos se tramita una modificación del proyecto. Una vez iniciados los trabajos se detectó la presencia de amianto –que obligó a tramitar un plan específico de seguridad y salud– y fue necesario introducir cambios en la cimentación y estructura. De esta manera, el coste final se acerca a los 1,1 millones de euros.

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