Un puerto deportivo que renace de las cenizas

Moaña Mar retira los escombros del incendio y negocia la indemnización con los seguros para construir el nuevo edificio

A la izquierda el estado actual en el que se encuentra la explanada del puerto, sin escombros; a la derecha los restos del club calcinado

A la izquierda el estado actual en el que se encuentra la explanada del puerto, sin escombros; a la derecha los restos del club calcinado / Julio Santos Álvarez

El incendio que el pasado 6 de octubre destruyó las instalaciones del restaurante La Bathía y oficinas del puerto deportivo Moaña Mar ha supuesto un antes y un después en esta entidad que ahora centra su combate con las aseguradoras para poder iniciar cuanto antes la construcción de una nueva sede. El club, que preside Gustavo Rodríguez, no quiere perder los barcos en tránsito que generan ingresos más importantes. Ya se han retirado todos los escombros del incendio, la parte administrativa trabaja en la caseta de madera que se salvó del incendio y se han colocado dos contenedores como aseos.

Con todos los escombros ya retirados del incendio que el 6 de octubre arrasó el edificio social del puerto deportivo de Moaña –en una casa de madera que albergaba el restaurante La Bathía y las oficinas– la explanada pivotada sobre el mar ya luce totalmente limpia y la directiva de la entidad deportiva, que preside Gustavo Rodríguez, trabaja para que se pueda iniciar cuanto antes una nueva construcción que dé servicio al club, con 358 plazas de amarre y entre los diez primeros de Galicia en volumen de barcos en tránsito, es decir en ruta. Manifiesta que están en contacto con diferentes estudios de arquitectura así como con empresas de construcción modular “para tener ideas y comenzar cuanto antes”. Pero todo está en manos de las compañías de seguros para que se pongan de acuerdo, se aclaren o en su defecto haya que ir a juicio, algo que el presidente, Gustavo Rodríguez, reconoce que intentarán evitar porque demoraría la nueva construcción. Por el momento, siguen sin poner cifra económica a los daños que causó el incendio, que, a falta de una confirmación oficial, apunta a un fallo eléctrico.

Caseta que alberga las oficinas.   | // FDV

Caseta que alberga las oficinas. / Santos Álvarez

El presidente asegura que en caso de que se demore el pago de la indemnización “nos podemos ver en los siguientes veranos sin instalaciones y esto sería catastrófico, económicamente perderíamos los barcos en tránsito que son la mayor fuente de ingresos del club”. Es por ello por lo que reconoce que están luchando de forma activa para recibir la indemnización cuanto antes. Según la última estadística de Portos de Galicia, como titular de la superficie en donde se encuentra el club, en concesión, este puerto registró en el año 2022 un total de 378 barcos en tránsito, lo que le sitúa en el octavo en importancia de Galicia, tras los del norte, que son los que dan más cobijo a los navegantes, como los de Muros (904), Viveiro, (727) Muxía (670)y Pobra do Caramiñal (464). Vendría después Sanxenxo (452) y el puerto deportivo de Baiona (424).

La administrativa en las oficinas en la caseta de marineros.   | // S.Á.

La administrativa en las oficinas en la caseta de marineros. / Santos Álvarez

Desde la presidencia del club Moaña Mar aseguran que algunos socios mantienen que una solución podría ser pedir un préstamo a la totalidad de los socios y devolverlo cuando ingresen la indemnización. Para Gustavo Rodríguez es una propuesta interesante que si llega el momento de abordarla “sería siempre con una asamblea general de socios y tendría que aprobarse con amplia mayoría”. Rodríguez insiste en contar cuanto antes con instalaciones para no perder los barcos en tránsito que en 2022 fueron el doble que el año anterior “y superamos con creces el pasado año que fue estupendo. Nuestro puerto tiene un tirón muy grande debido a las instalaciones y servicios que se dan y con toda la oferta del pueblo, con mucho atractivo, lo que nos convierte en una de las mejores opciones para pasar unos días o temporadas”.

Los restos del local del club calcinado en el incendio antes de la retirada.   | // S.Á.

Los restos del local del club calcinado en el incendio antes de la retirada. | // S.Á. / Cristina González

Hasta el viernes, por ejemplo, había llegado en tránsito tres barcos de Alemania, Dinamarca y Holanda, y había otros tantos que permanecen en tránsito desde algún tiempo más.

Lo que ha hecho la directiva del club es montar unas oficinas provisionales en la caseta de madera que se salvó del incendio, lo que antes era el pañol de los marineros, mucho más pequeña que la que se calcinó en el fuego, pero permite dar servicio.

En esta caseta trabaja una administrativa que atiende las labores burocráticas, mientras que tres marineros asisten a pie de pantalán a las tripulaciones en tránsito o a los propietarios de las embarcaciones que amarran, la gran mayoría, socios. Afortunadamente, en el incendio, el fuego que se declaró de madrugada, no se propagó a ninguna embarcación y fue controlado a tiempo pese a estar cerrado el parque de bomberos de O Morrazo por falta de personal.

Junto a la caseta de madera se han instalado dos contenedores metálicos en donde se han abierto unos vestuarios provisionales con aseos y duchas para hombres y mujeres. El orden ha vuelto a imperar en el recinto, vacío y todavía con las cintas de precinto, pero sin la planchas del escombro del incendio que amenazaban con salir volando.

Gustavo Rodríguez asegura que tienen toda la informática funcionando, que fue lo que más trabajo les dio, excepto Telefónica que desde hace mes y medio sigue dando largas, por lo que continúan sin internet para los socios y tránsitos. La casualidad hizo que justo el mismo día del incendio, en la madrugada del 6 de octubre, se instalara y empezara a funcionar toda la cobertura wifi, muy buena, en la que se había invertido 5.000 euros. Mes y medio después, siguen a la espera de que Telefónica les dé línea y que la nueva wifi funcione.

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