“No queremos adelantaros cómo ha quedado la piscina. Mejor lo veis vosotros mismos, porque volvemos este lunes, 2 de octubre, en el horario habitual y las actividades de siempre”. Es la invitación de los gestores de “A Balea”, que reabre mañana con instalaciones renovadas tras dos meses de obras y una inversión de 276.000 euros que se sufraga a través del Plan Concellos. “La espera ha valido la pena y los usuarios celebrarán las mejoras”, sostiene la concejala de Obras e Servizos de Cangas, Iria Malvido, tras visitarlas ayer con su compañera socialista Sagrario Martínez.
Los trabajos, adjudicados a la empresa Braio Multiservicios, se centraron en el sellado de las cubiertas para eliminar humedades al interior –y retranqueo de un muro de piedra con la misma finalidad–, de la piscina principal y del vaso secundario. También se sustituyó el pavimento de la “playa” y de la zona de gimnasio, “con globos”, por otro sintético más resistente y que mantiene una imagen uniforme.
Las representantes municipales dan por cumplido el objetivo de reparar las patologías que causaban filtraciones y cambiar el pavimento de la playa y otros espacios que presentan deterioro y deficiencias. El Concello calculó un agosto de obras, el mes que cierra todos los años para mantenimiento, pero ya puestos decidió afrontar otras mejoras, como la sustitución integral del suelo o el sellado de los vasos, que obligaron a prolongar los trabajos a septiembre y reabrir en octubre, un cronograma que se completará mañana. El horario de apertura se mantiene, de lunes de viernes de 7.30 a 22.30 horas y los sábados de 9.00 a 14.00, al igual que las tarifas y las actividades acuáticas. Recuerdan que la natación escolar comenzará el lunes 16.
Entre las mejoras que encontrarán los usuarios figuran también una hilera de piedra en los bordes de las piscinas, donde no se había actuado desde su inauguración en la primavera de 2015, la modernización del sistema de reboses laterales o las nuevas corcheras removibles, frente a las anteriores que eran fijas para delimitar las calles y dificultaban algunas actividades.
En la cubierta principal, se eliminó una parte de la fachada sur y se retiraron provisionalmente los cantos rodados para hormigonar el espacio exterior, y las terrazas planas se impermeabilizaron para eliminar las goteras que filtraban a los pasillos y otros espacios interiores. Las cristaleras se recubrieron con vinilo para filtrar la luz y mejorar la estética y se repusieron algunas piezas deterioradas.
Iria Malvido se felicita por las obras realizadas, aunque reconoce que se trata solo de una “primera fase” que no soluciona todos los problemas y está en proyecto una segunda que contempla la conexión del gimnasio con una zona exterior para calistenia y entrenamiento, así como la mejora de vestuarios y taquillas y otros trabajos que el Concello piensa acometer “a medida que tenga los recursos para ello”.
