La muerte de árboles taladrados en los atrios de Meira y de Domaio sigue sin culpables

La Guardia Civil asegura que siguen las gestiones aunque no hubo denuncia

Uno de los orificios que tenía el eucalipto que se secó en Domaio.   | // FDV

Uno de los orificios que tenía el eucalipto que se secó en Domaio. | // FDV / Cristina González

La investigación que la Guardia Civil abrió el pasado mes de mayo por la muerte de dos árboles centenarios en los atrios de Domaio y de Meira, en Moaña, sigue sin pruebas sobre la identidad de las personas que agujerearon los troncos con orificios realizados con un taladro y presumiblemente les inyectaron veneno para secarlos porque les molestaban.

Desde la Guardia Civil señalan que continúan las gestiones sobre estos árboles que reconoce que fueron taladrados y supuestamente envenenados. Añaden que la Guardia Civil tuvo conocimiento de los hechos, pero reconocen que nadie presentó denuncia y que el de la capilla de San Benito, en Domaio, ya se taló porque era un riesgo que pudiera caer y provocar algún incidente mayor.

Todo comenzó en Domaio cuando el eucalipto centenario se secó y la Asociación de vecinos gestionó un permiso para conservar su tronco y tallarlo. Pero un vecino empezó a poner en eviencia que un eucalipto así era imposible que se secara y descubrió en el tronco varios orificios realizados con una broca, con una profundidad de 1,5 centímetros, lo que indicaba que lo querían secar. Al poco tiempo ocurría lo mismo en el atrio de Meira con un platanero. El presidente de la comisión de fiestas lo puso en conocimiento de Guardia Civil, Seprona y Policía Local. No entendía que a propósito se secara un árbol que daba tan buena sombra en el atrio. A día de hoy, el platanero seco sigue en el atrio, a la espera de que la iglesia obtenga el permiso de Patrimonio para su tala. En el atrio de Cela los vecinos también denunciaron después el intento de envenenamiento de los plataneros de este entorno.

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