Bueu debe modificar el proyecto de la biblioteca y pide más tiempo para justificar la subvención

Los técnicos apuntan que es necesario reforzar la cimentación | No es necesario paralizar los trabajos | El Concello pide una reunión con la Diputación para ampliar el plazo de la obra

Una vista de los trabajos en la Biblioteca Torrente Ballester de Bueu, ayer.

Una vista de los trabajos en la Biblioteca Torrente Ballester de Bueu, ayer. / GONZALO NUÑEZ

La reforma y ampliación de la Biblioteca Torrente Ballester está suponiendo más de un quebradero de cabeza para el Concello de Bueu. Ahora el consistorio debe tramitar un modificado del proyecto, aunque afortunadamente esto no supondrá la interrupción de los trabajos. De hecho, se espera que durante este mes de septiembre se pueda apreciar un avance importante en la ejecución de la obra. Al mismo tiempo, el gobierno local solicitará a la Diputación de Pontevedra una ampliación del plazo para justificar la subvención, que se incluía dentro del Plan ReacPon.

La modificación en el proyecto está vinculada con la necesidad de reforzar la estructura del nuevo edificio y es requiere intervenir sobre la cimentación. “Estamos hablando de un proyecto de rehabilitación y de mejora de un edificio que se hizo en otro momento [se inauguró en marzo de 1991]. A pesar del estudio geotécnico hay cosas que no se pueden ver realmente como están hasta la fase de derribo, como es el caso de la cimentación”, explica el concejal de Urbanismo y arquitecto de profesión, Martín Villanueva.

El presidente de la Diputación de Pontevedra, Luis López, y el alcalde de Bueu, Félix Juncal en una visita reciente a Bueu.

El presidente de la Diputación de Pontevedra, Luis López, y el alcalde de Bueu, Félix Juncal en una visita reciente a Bueu. / SANTOS ALVAREZ

Una vez llegado a este punto los técnicos entienden que se necesita reforzar la cimentación, lo que a su vez supone tramitar un modificado del proyecto original. La parte positiva para el Concello de Bueu es que la arquitecta municipal y por ahora directora de obra sostiene que ese trámite no implica una interrupción de los trabajos. “La obra podrá seguir avanzando durante este periodo, siempre siguiendo las pautas e instrucciones de la directora”, explica el alcalde bueués, Félix Juncal. El resultado de ese modificado debe ser aprobado por el pleno, tal como sucedió en su día con la piscina municipal de As Lagoas.

El ejecutivo local apunta que septiembre es un mes clave en este proyecto. La primera fase de la intervención estuvo centrada en la demolición de parte del anterior edificio y en el refuerzo de las estructuras. “A partir de ahora debería empezar a apreciarse un avance en la reconstrucción del que será el nuevo inmueble”, apunta el regidor municipal.

La empresa contratista de momento trabaja con la previsión de tener concluidos los trabajos a finales de año, que es el plazo estipulado en la subvención del Plan ReacPon de la Diputación de Pontevedra. No obstante, desde el gobierno local pedirán la ampliación del plazo de ejecución de la obra y de justificación de la ayuda. Con este fin ya se ha solicitado una entrevista con el nuevo presidente de la institución provincial, Luis López.

La reforma de la biblioteca, con un presupuesto de 1.108.000 euros, se acomete íntegramente a través de fondos de la Diputación de Pontevedra: 687.419 euros a través del Plan ReacPon y el resto del dinero por medio del Plan Concellos. Hay una partida de 230.000 euros que se corresponde a la convocatoria del año 2022 y otros 190.000 euros que forman parte de los fondos de 2023, con los que se financia el sobrecoste de la obra.

Las obras de la Biblioteca Torrente Ballester, ayer, en Bueu.

Las obras de la Biblioteca Torrente Ballester, ayer, en Bueu. / GONZALO NUÑEZ

Este proyecto no ha estado exento de dificultades. Inicialmente se licitó con un presupuesto de 916.000 euros y antes de empezar la obra la adjudicataria renunció al contrato tras comprobar que los precios de algunos materiales, en especial el hierro, estaban desactualizados puesto que el documento técnico se redactó antes de la pandemia. Así, fue necesario un primer modificado que significó elevar el coste previsto en 190.000 euros, hasta 1.108.000 euros. Una vez aprobada esa modificación se volvió a licitar y se adjudicó a la empresa Construcciones Castro, que ofertó una reducción de más de 120.000 euros sobre ese presupuesto.

No obstante, al poco de comenzar a trabajar se detectó la presencia de amianto en algunas de las estructuras y fue necesario interrumpir los trabajos varias semanas. Se tramitó un nuevo plan de seguridad y salud que fue aprobado por el Instituto de Seguridade e Saúde Laboral de Galicia (ISSGA) e Inspección de Trabajo.

Finalmente, los trabajos pudieron arrancar a principios de julio y durante este periodo se detectó la necesidad de reforzar la estructura de los cimientos, aunque en esta ocasión sin que se tuviese que interrumpir la obra.

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