La Dirección Xeral de Patrimonio Cultural de la Xunta ha dado el visto bueno a las obras de ampliación del aparcamiento disuasorio de la PO-551 en Domaio, por lo que la Consellería de Infraestructuras ha retomado los trabajos que se habían iniciado a primeros de septiembre con el cierre del recinto y preparación del terreno.
El proyecto, presupuestado en 877.000 euros, implica dinamitar el pequeño montículo expropiado a la Comunidad de Montes de la parroquia que quedó entre el aparcamiento, en curva, y la PO-551. En la mañana de hoy, trabajadores de la concesionaria de la obra, Covsa, ya estaban procediendo a la eliminación de esta zona rocosa que permitirá que el estacionamiento se amplíe a 75 plazas (43 más), dos de ellas para personas con movilidad reducida. El proyecto contempla también la preinstalación de tres puntos de recarga para vehículos eléctricos. Habrá carriles de circulación interior en un solo sentido y una banda perimetral de itinerario peatonal.
La Consellería necesitó para seguir las obras, de la autorización de Patrimonio debido a que el aparcamiento está en el ámbito de actuación del yacimiento neolítico del Regueiriño. Aunque prácticamente destruido por las primeras obras de construcción del corredor hace veinte años, Patrimonio obligó a la empresa a realizar una prospección arqueológica.