Bueu retoma la reforma de la biblioteca con los trabajos de retirada del amianto
Trabajadores con trajes de protección realizan unas labores que deberían de finalizar esta misma semana | Los técnicos calculan el sobrecoste que tendrán sobre el presupuesto

Obreros con los trajes especiales en el tejado de la biblioteca Torrente Ballester. | // GONZALO NÚÑEZ / César Collarte
La reforma de la biblioteca municipal Torrente Ballester de Bueu vuelve a estar en marcha. La empresa adjudicataria del proyecto, Construcciones Castro, ha retomado los trabajos con las labores de retirada del amianto después de que la aparición de este material tóxico hubiese ocasionado la paralización de las actuaciones. La Xunta de Galicia dio en días pasados su visto bueno al plan de seguridad y el lunes la empresa volvió al trabajo, con los operarios ataviados con trajes de protección para ir extrayendo el amianto de la estructura del edificio, especialmente de la zona de la cubierta, y con una cabina de descontaminación para el término de la jornada. Es lo que dicta el protocolo para poder tratar con un elemento ampliamente utilizado en tiempos pasados en la construcción, pero que se ha demostrado tiene efectos nocivos sobre la salud si no es retirado de manera conveniente.
Técnicos del Concello de Bueu visitaron ayer la obra para conocer de primera mano la evolución de unos trabajos que deberían estar finalizados esta misma semana. Al menos esa es la previsión que se maneja, siempre y cuando no surja ningún imprevisto. Asimismo, se están realizando las primeras valoraciones para conocer el sobrecoste que la retirada del amianto puede tener sobre el presupuesto final de la obra. Desde el gobierno local existe tranquilidad al respecto, toda vez que en su momento Construcciones Castro ganó la adjudicación con una oferta de 986.184 euros, rebajando en casi 120.000 euros los 1,1 millones de euros del tipo de licitación. Esa rebaja es la que podrá utilizar el concello buenense para hacer frente a este imprevisto. Por el momento no se ha cerrado el coste definitivo.
Así las cosas, tras la retirada del amianto se podrán retomar las labores específicas para la reforma del inmueble. La intención es que el próximo lunes los trabajadores puedan regresar a las tareas de demolición, primera parte de un proyecto que pretende no solo ampliar la biblioteca sino reordenarla y darle un profundo lavado de cara para adaptarla a los nuevos tiempos.

Obras de la biblioteca Torrente Ballester de Bueu, ayer, con la grúa sobre la zona. / GONZALO NUÑEZ
En paralelo, la preocupación en el Concello de Bueu no es otra que los plazos. La obra se financia con fondos del Plan ReacPon, lo que supone que a finales de año tiene que estar finalizada y justificada, algo complicado tras estas semanas de obligado parón. El alcalde buenense, Félix Juncal, asume que la empresa deberá agilizar las actuaciones para tratar de reducir plazos y poder cumplir con el tiempo estipulado. En todo caso, el regidor buenense ya ha anunciado su intención de que, en cuanto se forme la corporación de la Diputación Provincial de Pontevedra, solicitará una reunión con sus responsables para explorar la posibilidad de que se amplíe el plazo de ejecución de este proyecto.
Construcciones Castro ganó en abril la adjudicación del contrato y se puso manos a la obra en mayo, con la ubicación en el lugar de una grúa para unas actuaciones que comenzaron el día 23 de ese mes. Sin embargo, los trabajos apenas duraron unos días, los que transcurrieron hasta que los obreros detectaron la presencia de amianto en el edificio. De inmediato se paralizó la obra y se procedió a elaborar –y a presentar– un plan de retirada de este elemento. A pesar de que los plazos suelen ser más dilatados, se consiguió resolver en unas semanas el permiso.
Primera adjudicación
Anteriormente la reforma de la biblioteca ya había sufrido otro revés, con la fallida adjudicación a Obras Gallaecia, que renunció a los trabajos poco antes de comenzar los mismos por el alza en los costes de los materiales de construcción. Esto supuso un notable retraso al tener que rehacer el presupuesto y proceder a una nueva adjudicación, que es la que finalmente se llevó Construcciones Castro.
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