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Miluca Quintela cuelga la bata

La auxiliar sanitaria era la última representante de la plantilla que estrenó la antigua Casa do Mar y el actual centro de salud

Miluca Quintela, cuarta por la derecha, de la primera fila, ayer tras el homenaje. | // SANTOS ÁLVAREZ

Después de 47 años de servicio activo ha llegado el momento de pasar a la reserva. Emilia “Miluca” Quintela es la última representante de aquella primera plantilla que estrenó la antigua Casa do Mar de Bueu y que luego también pudo estrenar el actual centro de salud. Jubilada desde el pasado mes de marzo, cuando cumplió los 65 años, ayer recibió un merecido homenaje por parte de sus compañeros y algunas de las personas con la que compartió trayectoria profesional a lo largo de más de media vida. Un homenaje que solo podía ser en un lugar: el restaurante familiar Casa Quintela.

Agosto de 1976. Bueu estrenaba su flamante Casa do Mar, un nuevo centro de salud situado al pie de la playa y uno de los hitos en la sanidad pública, gratuita y universal. Septiembre de 1994. Los servicios sanitarios y médicos de aquella Casa do Mar, que con el tiempo se quedó obsoleta, se trasladan a un centro de salud. Al actual, situado entre A Graña y A Pedra. En estas dos fechas clave para la sanidad en Bueu está Emilia Quintela, más conocida como Miluca. La vecina de Bueu y auxiliar de enfermería formó parte de la exigua plantilla que inauguró aquella Casa do Mar y que con el paso del tiempo estrenó el nuevo centro de salud. Quintela se acaba de jubilar y ayer recibió el merecido homenaje a una trayectoria profesional de más de 45 años.

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Homenaje a Emilia "Miluca" Quintela por su jubilación David García

Su vocación sanitaria era prácticamente una novedad en una familia que desde su llegada a Bueu estuvo vinculada a la hostelería, con la fundación de Casa Quintela, que en junio de 2021 celebró su centenario. “Pero de alguna manera las dos facetas están vinculadas con ayudar a los demás, que es algo que llevamos en los genes”, explican desde su familia. Así que Miluca se formó como auxiliar de enfermería y en agosto de 1976 formó parte de aquella plantilla que entre auxiliares y médicos no llegaba siquiera a diez personas. La construcción de la Casa do Mar supuso una auténtica novedad en el Bueu de la época, un edificio que se construyó en tiempo récord en un espacio que era literalmente un descampado al lado de la playa. Los obreros que trabajaban allí acudían a comer precisamente a Casa Quintela.

Eran tiempos en los que no había ordenadores, en los que citas, informes médicos, bajas y altas médicas, expedientes... todo se hacía con papel y bolígrafo. “Muchas veces tenía que traerse el trabajo a casa” , recuerdan sus allegados.

Miluca Quintela, a la derecha, con una compañera en la época de la recién inaugurada Casa do Mar de Bueu. | // ARCHIVO FAMILIAR

La construcción y entrada en funcionamiento del actual centro de salud, que se estrenó en septiembre de 1994, supuso el segundo de los grandes hitos en la historia reciente de la sanidad pública en Bueu. Y allí estaba de nuevo Miluca Quintela como testigo de excepción. La dotación de medios o la informatización supusieron un enorme avance. Un cambio como de la noche al día.

La antigua Casa do Mar de Bueu durante su construcción, a mediados de la década de 1970. | // FDV

En este nuevo centro trabajó hasta su reciente jubilación, aunque algunos problemas de salud la mantuvieron de baja desde la pandemia del COVID-19. A lo largo de estas cuatro décadas compartió dedicación con los numerosos profesionales médicos y sanitarios que pasaron por Bueu a lo largo de estas cuatro décadas, desde aquella “medicina heróica”, como la definía Juan Veiga, hasta la más reciente.

En el homenaje de ayer estaban muchos de sus compañeros más recientes y otros que ya estrenaron la jubilación antes que ella, como el propio Juan Veiga o Pedro Castellanos. En total una treintena de personas para dedicarle una despedida a la altura de las circuntancias y para brindar por su merecido descanso.

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