El barrio moañés de Sabaceda espera por la instalación de su cruceiro, que data del siglo XIX y que fue desmontado en septiembre para su restauración y para la recuperación del color original. Como desveló este sábado FARO el trabajo en el taller del restaurador ya ha concluido, las piezas muestran su policromía y solo queda pendiente que el Concello vuelva a instalar toda la pieza en su ubicación. Sin embargo, la ausencia del cruceiro no desalienta a los fieles, que siguen acudiendo en gran número a poner velas en el pedestal que cuenta con una vistosa barandilla y seis escaleras de piedra.
Este cruceiro, que fue iniciativa privada de la familia Freire, se instaló a finales del siglo XIX como una promesa para la curación de un hijo de la familia. Ese origen sanatorio es lo que impulsa a tantos vecinos a dejar sus ofrendas. Pero esta devoción llevó a los vecinos del entorno del Cristo a instalar un cartel en el que se confiesan “cansados de tanta anarquía por parte de algunos usuarios que llegan y hacen lo que les da la gana”. Por ello, el cartel implanta hasta cinco normas que deben cumplir los fieles, pidiendo a todos la “comprensión”.
La más llamativa es la primera norma, pues indica que “no se admitirá más de una vela por persona y día. Si alguien pone más de una y nos damos cuenta se le retirarán el resto, dejándole solamente una”.
La segunda petición que los vecinos realizan a los fieles es que retiren las velas antes de que consuman del todo “para que la llama no llegue al plástico y se derrita produciendo un fuego”. En este sentido, piden que las velas gastadas se apaguen y se depositen en el contenedor.
Además, los vecinos del entorno del cruceiro en restauración solicitan no verter la cera en el suelo y advierten de que “el Concello no envía al servicio de limpieza y tenemos que limpiarlo nosotros. Eso cuesta mucho trabajo”. Finalmente, y como medida de precaución, piden que las velas guarden entre sí una distancia mínima de tres centímetros para evitar el derretido de las mismas y el fuego. “Si alguna no cumpliese esta medida, se retirará, apagará e irá para el contenedor”. El cartel avisa de que se tomarán “medidas drásticas” si no se siguen las normas.