Recuerdos del antiguo colegio de Castrillón más de 45 años después

Los cursos 1977/78 y 1978/79 celebran hoy una cena de confraternidad

La orla de la promoción del curso 1978-79 en el colegio de Castrillón.

La orla de la promoción del curso 1978-79 en el colegio de Castrillón. / D.garcía

El actual colegio de Castrillón ya poco se parece a aquel centro en el que muchos jóvenes de Coiro cursaron/cursamos los estudios de la Educación General Básica, la antigua EGB. La profunda remodelación efectuada hace más de una década supuso un completo cambio de imagen del centro educativo, pero entre los que allí estudiaron siguen vivos los recuerdos de aquel espacio y de sus profesores.

Con el objetivo de rememorar aquellos tiempos y volver a estrechar lazos hoy se celebra una cena de confraternidad entre los integrantes de dos de las primeras promociones del colegio de Castrillón: las de los cursos 1977/78 y 1978/79. Han pasado más de 45 años desde entonces, pero hay recuerdos que son imborrables. El encuentro será en el restaurante Casa Simón a partir de las 21.30 horas.

La orla de la promoción del curso 1978-79 en el colegio de Castrillón.

La orla de la promoción del curso 1977-78 en el colegio de Castrillón. / D.garcía

“Es una reunión que ya teníamos prevista para el año 2020, pero que se tuvo que aplazar por culpa de la pandemia”, cuentan los promotores, que apuntan que con toda seguridad será un reencuentro “muy emotivo”.

Esos antiguos alumnos tienen hoy entre 58 y 61 años y sus propios hijos con el tiempo estudiaron en el mismo colegio, con algunos de los profesores que les dieron clase a ellos mismos. “Nos acordamos de José Porto, que es de Bueu, y nos daba Inglés; Ana María Corbal, que era profesora de Física y Química; doña Mercedes, que era de Lengua; o el matrimonio de doña Lidia y don Lauro”, rememoran.

La orla de la promoción del curso 1977-78 en el colegio de Castrillón. |

La orla completa de la promoción del curso 1978-79 en el colegio de Castrillón. | / D.garcía

El alumnado que pasó por Castrillón guarda entre sus mejores recuerdos los juegos en el patio y el antiguo comedor escolar, que ya en aquellos años contaba con cocina propia y en el que los alumnos también tenían que colaborar a través de turnos semanales para servir las comidas y recoger las mesas, entre otras tareas.

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