El problema al que se enfrentan las familias de Moaña por la escasa calidad de los menús escolares llegó de nuevo al Parlamento gallego a tres días de las elecciones municipales. Y es que tanto el PSOE a través de la diputada Leticia Gallego, como el BNG a través del moañés Paulo Ríos, exigieron a la Xunta mayores controles al servicio de catering, encontrándose con el voto en contra de la mayoría que forma el PP. Sin embargo, la diputada popular Teresa Egerique aprovechó para anunciar las mejoras que la Consellería de Sanidade compromete de cara a la licitación del servicio para el curso 2023/24.
Así, la Xunta promete subir un 21% la aportación económica por menú, para facilitar un incremento de la calidad de los platos. También introducirá la figura de un nutricionista que controle los platos y promete buscar una subida en el número de usuarios y la mejora “en la organización del servicio y la atención a los alumnos”.
El plazo de presentación de ofertas para los diferentes lotes de comedores escolares de toda Galicia, entre los que figuran los de Moaña, acaba a comienzos de junio y debe estar resuelto antes del inicio del próximo curso. Egerique pone en valor el reparto de “7 millones de comidas para el próximo curso en centros de toda Galicia” y asegura que la inversión diaria de la administración autonómica es de 300.000 euros diarios”.
Precisamente la Federación de Anpas Arco da Vella, que lleva dos años alertando de este problema y convocó a una concurrida concentración a finales del mes de abril, defendió la “alta inversión de la Xunta en este servicio” de ahí que critiquen su mal funcionamiento por falta de control y seguimiento del catering.
Este asunto llegó al pleno de la corporación de Moaña en dos ocasiones, con sendas aprobaciones por unanimidad exigiendo una mejora de la calidad a Sanidade. Ayer el PSOE presentó el mismo acuerdo plenario en el Parlamento sin lograr el respaldo del PP. A la salida de la comisión su diputada, Leticia Gallego, cargó contra el gobierno autonómico “porque muestra que realmente no quieren mejorar los menús escolares de Moaña”. La socialista advirtió en la cámara autonómica de que “ninguno de los que estamos aquí comeríamos esos menús”. Relató los problemas que se repiten como los “menús escasos, de aspecto no agradable para los niños” o las jornadas que incluyen “dos platos fríos en invierno”.
En el mismo sentido intervino el nacionalista Paulo Ríos, que al igual que el PSOE reclamó una reforma integral del CEIP Reibón para que su cocina pueda elaborar los menús para los 276 alumnos del resto de colegios que son atendidos por un catering externo. Es una propuesta que planteó la propia Federación de Anpas coincidiendo con la concentración de hace un mes.
Paulo Ríos afeó a los diputados del PP que “a pesar de reconocer las deficiencias y mala calidad del servicio y anunciar un incremento del 21% para la próxima licitación, votase en contra de la reclamación del BNG”. En su intervención el nacionalista esgrimió las fotografías de los platos que alertan a los padres y que reflejan “un servicio que no se corresponde con lo recogido en los contratos”.
El BNG también lamentó que no se aplicaran compensaciones en los contratos ante el incremento de los precios de los productos registrados por la inflación de los últimos años. Además de pedir que se apueste por un servicio de “proximidad”, Ríos reclamó abandonar los “macrolotes” de comedores que a su juicio “rebajan la calidad escatimando la alimentación de los niños”. Recordó la “gran preocupación” entre los padres moañeses ante la posibilidad de que estas deficiencias se repitan a partir del mes de septiembre.