Desde hacía dos semanas, muchos conductores de coches de alta gama que los estacionaban en las inmediaciones del puerto deportivo de Cangas aparecían con las ruedas pinchadas. El propietario de uno de estos vehículos se quejaba el viernes pasado de que le habían rajado una de las ruedas de su Mercedes y que se había tenido que gastar 200 euros en el arreglo, No se explicaba quién podía hacer esto y decía que le gustaría verle la cara.

La Guardia Civil ya detuvo al autor. Se trata de un vecino de la localidad de 68 años de edad, con antecedentes penales. Fue detenido por un presunto delito continuado de daños, consistente en el pinchazo de ruedas a vehículos de alta gama en la zona del puerto deportivo, y puesto en libertad en sede policial.

Desde la Guardia Civil señalan que tras la alarma social que se estaba generando en la zona al aparecer al menos una docena de vehículos afectados con las ruedas pinchadas con algún objeto punzante, se estableció un operativo que dio resultado positivo cuando se localizó a esta persona “in fraganti” pinchando con una navaja la rueda de un vehículo. las diligencias fueron entregadas al Juzgado de guardia de Cangas.

Una de las ruedas rajadas y reparadas en un coche. Fdv

Fuentes del puerto de Cangas aseguran que la primera voz de alarma que recibieron fue precisamente del propietario de ese Mercedes que justo ese día, en lugar de estacionar en el aparcamiento cerrado de la cofradía, lo aparcó junto a la nave del club de remo. En principio se entendió como un hecho aislado, pero a los dos días, una persona que pasó por la lonja comentó que había estacionado en esa zona del muelle, junto a la nave de remo, y sintió al lado como se desinflaba una rueda. A una distancia de dos coches al suyo, vio cómo salía corriendo una persona vestida de negro y decidió llamar a la Policía Local. La persona había escapado corriendo por las calles del casco histórico y por ellas se le perdió el rastro. Esa misma tarde, un marinero que también tiene una lancha en el puerto deportivo, estacionó en la zona y su coche apareció con la rueda rajada. Comentó en la lonja qué le había sucedido, lo que ya puso en evidencia que la situación se estaba agravando y de que había que actuar. El afectado presentó denuncia ante la Guardia Civil, que acabó deteniendo al presunto autor, si bien ha vuelto a quedar en libertad.

En el entorno del puerto no hay razón para pensar que esta persona haya actuado por algún tipo de venganza, y apuntan más a un tipo de desequilibrio.