La toxina cierra las bateas en Moaña y Portos pacta la ampliación del muelle de Domaio

El episodio obligó a cerrar cinco polígonos en los últimos días | El sector aprovecha para acometer reparaciones | La Xunta acepta modificaciones en el proyecto del abrigo

La descarga de mejillón es muy escasa estos días en A Mosqueira por el cierre de polígonos. |  G.N.

La descarga de mejillón es muy escasa estos días en A Mosqueira por el cierre de polígonos. | G.N. / Fran G. Sas

El episodio de toxina amnésica (ASP) que sufren las Rías Baixas en los últimos días ha llevado a los biólogos del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) a cerrar en solo dos días los polígonos de Bateas Cangas F, G, H, C y D, ubicados frente a las costas de los municipios de Cangas y de Moaña. En ellos faenan sobre todo los mejilloneros con su puerto base en A Mosqueira. De momento solo se libra de las restricciones para retirar y poner a la venta el molusco los bateeiros con sus viveros frente a Domaio y en la ensenada de San Simón.

Desde el sector explican que este es uno de los momentos del año menos lesivos para la paralización de las ventas. Es una fase de cría y crecimiento del bivalvo “y estamos aprovechando para realizar reparaciones de bateas y de barcos, así como pintados”, apuntan desde las cooperativas. De hecho, hasta cerca del mes de agosto no empezarán la temporada fuerte de ventas con un tamaño idóneo del producto. En septiembre, como es habitual, debe arrancar la exportación de mejillón al mercado extranjero, sobre todo al sur de Italia.

Hay que recordar que el sector mejillonero, uno de los más importantes para la economía de O Morrazo, lleva dos años con cifras muy positivas y en 2022 la facturación total en los puertos de la comarca superó los 28 millones de euros. Esto se debe a que la producción descargada en la comarca rozó los 36,5 millones de kilos (el equivalente a 36.500 toneladas).

Abrigo

Por otro lado, y mientras los bateeiros tienen los ojos puestos en la toxina, la Xunta sigue adelante con su proyecto de abrigo del muelle de Domaio, para solventar un problema histórico que obliga a los 17 barcos que tienen en esta parroquia su puerto base a refugiarse en San Adrián (Vilaboa) cada vez que un temporal azota la costa gallega.

Tras presentar el proyecto, los técnicos de la Consellería do Mar se reunieron en los últimos días con bateeiros de Domaio para pactar varias modificaciones. La Xunta acepta habilitar cinco amarres frente al centro de salud de Domaio para dejar libre para las descargas el entorno de la rampa de varada. Además, como estaba previsto, se construirá un dique de abrigo flotante y varios pantalanes interiores con el resto de plazas.

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