La industria calcinada en Castiñeiras tramita su reconstrucción un año después del incendio

Se está a punto de cumplir un mes de la fatídica madrugada del 10 de mayo, cuando un fuego calcinó las instalaciones de la industria Poliésteres Sobral, en la segunda fase del polígono de Castiñeiras. Un año después de aquella fecha la empresa por fin puede tramitar el proyecto de reconstrucción de las instalaciones, que ya está en las dependencias del departamento de Urbanismo del Concello de Bueu. “Vamos a intentar agilizarlo lo máximo posible para que puedan comenzar cuanto antes los trabajos y la empresa retome la normalidad”, avanza el concejal de Urbanismo, Martín Villanueva.

El presupuesto para la reconstrucción de la nave roza los 250.000 euros, un importe al que habrá que unir la inversión en equipamiento y maquinaria. Todo el contenido de la antigua nave quedó completamente calcinado por el fuego del pasado 10 de mayo, que afortunadamente no causó heridos.

El incendio dejó totalmente inservible la estructura de la nave, situada en la parcela siete del polígono, y en primer lugar la empresa tuvo que tramitar un proyecto de derribo. Esa demolición se ejecutó durante el pasado mes de noviembre y a continuación comenzó el proceso para la redacción del proyecto de reconstrucción.

La parcela sobre la que se reconstruirá Poliésteres Sobral ocupa una superficie de algo más de 1.000 metros cuadrados y de la antigua edificación solo se aprovechará la cimentación, que cuentan con unas zapatas de hormigón preparadas para acoplar pilares prefabricados. La mayor parte de toda la superficie de la nave se destinará a zona de trabajo en la planta bajo, mientras que también se habilitará una planta alta reservada para oficinas.

Así quedó esta nave de Bueu tras ser pasto de las llamas

El proyecto se presentó por Rexistro Xeral en el Concello de Bueu hace unos días y debe ser revisado por los técnicos municipales para la concesión de licencia municipal. El responsable de Urbanismo apunta que es uno de los tres expedientes a los que se intentará dar prioridad para agilizar los permisos y facilitar el inicio de los trabajos. Los otros dos son el proyecto de ampliación del Museo Massó, que promueve la Consellería de Cultura, y una nueva instalación en el propio polígono de Castiñeiras. Se trata del primer laboratorio de control de biotoxinas marinas de la multinacional suiza SGS, que a su vez compró el laboratorio del que disponía la depuradora de Asmecruz en Beluso.

Una fábrica de Bueu, devorada por las llamas

La empresa Poliésteres Sobral cuenta con más de 25 años de historia y originalmente estaba emplazada en el municipio de Marín. Cuando se desarrolló la segunda fase del polígono de Castiñeiras afrontó su traslado a Bueu y hasta el momento del incendio daba empleo a unas 25 personas. Tras el suceso distintas empresas del sector se pusieron en contacto con los propietarios para ofrecerles parte de sus instalaciones para que pudiesen seguir trabajando y cumplir con los encargos de sus clientes.

La industria está especializada en el diseño, desarrollo, fabricación y suministro de piezas de poliéster reforzado y fibra de vidrio, en especial hacia el sector de la automoción.

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