Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Moaña retoma el estudio de la Torre de Meira para descubrir el uso de la estructura del patio

Los primeros días de la tercera fase de excavación desvelan que lo que parecía una caballeriza cuenta con al menos 80 metros cuadrados | La función que tenía sigue siendo un enigma

Vista aérea, con un dron, de los muros de la estructura del patio de armas. | ÁRBORE ARQUEOLOXÍA

El equipo arqueológico dirigido por Benito Vilas inició, hace 10 días, la tercera fase de las excavaciones del conjunto histórico de la Torre Medieval de Meira. Contratada por el Concello de Moaña, esta campaña pretende desvelar un misterio que surgió el año pasado: El uso que tenía la gran estructura que se levantaba en el interior del patio de armas.

Inicialmente se esperaba que fuese una caballeriza. Sin embargo, el tamaño de la estancia y su puerta de unos 80 centímetros de ancho con arco superior e incluso una dovela decorada demuestra que debía tener una función mucho más noble y refuerza la teoría de que lo que parecía una simple torre de vigilancia era en realidad un pequeño castillo con ocupación permanente.

Una fusayola metálica para hilar, encontrada en los últimos días.

En estos días el equipo arqueológico se encargó de retirar la masa vegetal que cubría el antiguo patio de armas y empezó poco a poco a descubrir esta estructura. De momento, y a falta de conocer su tamaño final, ya se sabe que contaba con unos 80 metros cuadrados. “Llevamos identificados unos muros exteriores de 13 metros de largo y 5 de ancho. Habrá que ver si tenía divisiones interiores, pero identificar el uso que tendría esta estructura, ahora mismo, sería muy aventurado. Podría haber servido para guardar las armas, como silo para grano o incluso ser una capilla religiosa para todo el conjunto”, explica Benito Vilas.

Por delante los arqueólogos tienen un mes y medio para tratar de desgranar el misterio de esa estructura. El interés de los arqueólogos creció de forma sensible cuando, hace un año, encontraron en el interior de la misma un fragmento de cerámica de muy alta calidad, de Manises (Valencia) y datada en el siglo XV. Es del tipo “flor de yedra” con esta decoración pintada de azul y supuso uno de los escasos restos de este material localizados en todo el Noroeste español.

Se espera que aparezcan más objetos de valor en las próximas semanas. En los 10 días de excavaciones, por ejemplo, ya encontraron elementos de metal como un clavo medieval y una fusayola para hilar.

Compartir el artículo

stats