La multinacional SGS elige Bueu para su primer laboratorio de control para la pesca y acuicultura

La multinacional suiza SGS es uno de los principales referentes a nivel mundial en el campo de los ensayos, inspección y certificación: agricultura y alimentación, industria, petroquímica, transporte, energía, construcción... La empresa acaba de elegir Bueu para abrir un nuevo laboratorio con el que seguir ampliando su abanico de actividades: unas instalaciones que estarán ubicadas en el polígono industrial de Castiñeiras y que estarán especializadas en el mundo de la pesca y acuicultura, con especial atención a los moluscos bivalvos y a las biotoxinas. La construcción de este laboratorio supondrá una elevada inversión y cuando esté en marcha comenzará a trabajar con doce personas.

El proyecto fue presentado a través del Rexistro Xeral del Concello de Bueu hace unos días y ahora deberá ser informado por los técnicos municipales para la obtención de la licencia de obra. El lugar escogido por SGS es una parcela ubicada en la entrada del polígono de Castiñeiras, donde en su día se emplazaba una empresa de hormigones. No ocupará la totalidad de la parcela, que se ha segregado en dos partes y el laboratorio que proyecta es de carácter modular, con una superficie total construida de 250 metros cuadrados. Las instalaciones contarán con salas para la recepción de muestras, preparación de muestras y cultivos, microbiología o preparación de biotoxinas.

SGS [cuyas siglas se corresponden con Société Générale de Surveillance, que significa Sociedad General de Vigilancia] está presente en diferentes ámbitos del mundo de la alimentación y agricultura, pero le faltaba sumergirse en el mundo del mar. La empresa llevaba años estudiando cómo desembarcar en la pesca y acuicultura dentro del marco europeo, un análisis del que resultó que el mejor sitio para una instalación de estas características era Galicia. Y dentro de Galicia el área más cercana a Vigo.

La persona elegida para dirigir este nuevo centro de análisis microbiológicos y biotoxinas marinas es el doctor Antonio Lozano-León. Una elección que no es casual: él fue el encargado de montar el moderno laboratorio que la Asociación de Productores Mejilloneros Cabo de Cruz (Asmecruz) abrió en su depuradora de Beluso en 2012, un referente en Galicia, España y Europa. De hecho, SGS no solo ha contratado a Antonio Lozano-León, sino que ha comprado el laboratorio de Asmecruz en Beluso y lo que se conoce como “know how” o conocimiento.

Una de las razones de esa adquisición está relacionada con el hecho de que cuenta con la acreditación ISO 17025 para biotoxinas marinas. Esta importante acreditación es válida para todo el mundo: esto significa que un informe de ensayo que se firme en el laboratorio de Bueu tiene validez en cualquier país.

Una vez que la multinacional eligió Galicia y la zona de las Rías Baixas para instalarse la elección de Bueu vino dada por la disponibilidad de suelo industrial en el polígono de Castiñeiras, la seguridad jurídica que ofrece este espacio para las empresas y por las facilidades mostradas desde el Concello de Bueu, que desde el primer momento vio como una oportunidad la implantación de un laboratorio de estas características en el municipio.

Las instalaciones contarán con laboratorios para recepción y preparación de muestras, sala de preparación de medios de cultivos bacteriológicos, laboratorio de microbiología general y molecular. Este último estará equipado con tecnología de PCR en tiempo real, que permite realizar diagnóstico de microorganismos patógenos de forma rápida y fiable. Las dependencias del polígono de Castiñeiras dispondrán además de dos áreas para la detección y cuantificación de biotoxinas marinas. Para ello incorporará dos equipos de cromatografía líquida acoplados a un espectrómetro de masas, que permite dar resultados rápidos, en unos 3 minutos por cada muestra.

Con esta tecnología y junto al equipo de profesionales especialistas, que estará integrado por unos doce técnicos, el nuevo laboratorio de SGS en Bueu apuesta por brindar un servicio de urgencias, que permitirá que los productores de moluscos, fábricas de conservas, cocederos, lonjas y todas las empresas de la industria alimentaria puedan colocar en el mercado sus productos en el menor tiempo posible, siempre que los resultados de las analíticas así lo permitan.

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