Malos humos en un edificio okupado

El incendio en un inmueble a medio construir en la calle Atranco de Cangas destapa las precarias condiciones de sus moradores y el malestar vecinal por los continuos incidentes

El único morador que sufrió las consecuencias del humo, tras regresar del centro de salud a su "habitación".

El único morador que sufrió las consecuencias del humo, tras regresar del centro de salud a su "habitación". / G.M.P.

“Es un capítulo más de lo que pasa aquí cada dos por tres;cualquier día ocurrirá una desgracia”, relataba ayer una vecina de la calle Atranco mientras efectivos de emergencias entraban en un edificio a medio construir para sofocar el incendio que se habría iniciado en un colchón y obligó a evacuar a los tres hombres que a esa hora se encontraban en su interior, uno de los cuales fue atendido en el centro de salud por inhalación de humo. La Guardia Civil investiga los hechos, el Concello baraja tapiar la propiedad y sus okupantes advierten que viven mal, pero no tienen otro lugar a dónde ir.

Minutos después del mediodía, una intensa columna de humo afloraba desde las ventanas de un edificio que lleva varios años a medio construir en la calle Atranco, en el centro urbano de Cangas, y que se ha convertido en refugio de personas indigentes o con problemas de drogadicción. Enseguida se desplegó un amplio operativo del Grupo Municipal de Emergencias-Protección Civil, Bombeiros do Morrazo, Guardia Civil y Policía Local para apagar el fuego, que se inició en un colchón de espuma, quemó mobiliario y enseres amontonados en la estancia y afectó a una contigua donde dormía un hombre que sufrió algunas quemaduras en la vestimenta y problemas respiratorios por inhalación de humo de los que fue trasladado por el 061 y atendido en el centro de salud. “Me dijeron que no era grave y que descanse”, señaló el afectado de regreso a su “habitación”, con parte de la barba visiblemente chamuscada, el rostro ennegrecido por el humo, los pies cubiertos solo con calcetines y sus pertenencias empapadas por el agua que utilizaron los equipos de emergencias para extinguir el fuego. “Tengo una orden de alejamiento de mi madre, no puedo estar en casa y no sé otro sitio al que ir”, explicó.

Una densa columna de humo, visible a mediodía desde Rodeira.   | // FDV

Una densa columna de humo, visible a mediodía desde Rodeira. | // FDV / Gonzalo Martínez/ David García

El inmueble es una promoción inmobiliaria que no se terminó y en cuyo interior viven varios okupas. Los vecinos refieren problemas de seguridad y salubridad desde hace varios años derivados de esta situación de precariedad y algunos temen que siga deteriorándose “y un día tengamos que lamentar una desgracia”, avisa una residente. Describe “un ir y venir de gente, no todos andrajosos ni que vivan tan mal”, algunas peleas y un inmueble accesible desde la calle “al que pueden entrar incluso niños y caer por las escaleras a medio hacer o por los huecos que se dejaron para el ascensor”. La alcaldes, Victoria Portas reconoce el problema, que se trata de un edificio “muy conflictivo”, y ha encargado un informe a la Policía Local que aclare la propiedad para valorar su vallado y tomar otras medidas para evitar que la situación se agrave.

Efectivos de emergencias trabajando en el edificio donde se produjo el incendio

Efectivos de emergencias trabajando en el edificio donde se produjo el incendio / G.M.P.

El morador afectado, que se presenta como Jose, dice que estaba durmiendo y se percató de que un denso humo había tomado la estancia. Asegura desconocer cómo se originó y niega que estuviese fumando: “no fumo mientras duermo”, ironiza. Un joven que dice ser vecino de Marín, que conoce la okupación del edificio y que ayer “pasaba por allí” señala que vio humo, subió a ver qué pasaba y alertó al principal afectado, aunque en una habitación próxima quedaban otros dos hombres que no quisieron salir hasta que subieron varios agentes de la Guardia Civil y les conminaron a hacerlo.

Ropas y enseres destruidos por el incendio de ayer.   | // G.M.P.

Ropas y enseres destruidos por el incendio de ayer. | // G.M.P. / Gonzalo Martínez/ David García

El despliegue de medios, con varios vehículos pesados, obligó a los agentes municipales a cerrar la calle Atranco y desviar el tráfico durante una hora y media. Cuando los medios de extinción, habilitados con equipos de respiración autónoma, finalizaron las tareas, la Benemérita realizó una inspección ocular de las dependencias para tratar de determinar las causas. Los afectados especulan con que pudo deberse a una colilla mal apagada o incluso fue provocado, dadas las “frecuentes rencillas entre ellos”, apunta un residente en el entorno.

El siniestro también permitió comprobar las precarias condiciones de vida, higiene y salubridad en el edificio, que carece de agua corriente y luz, aunque hay varios cables y enchufes en el interior que procederían de “algún enganche ilegal”, señalan fuentes de la investigación. Para acomodarse, los moradores han tomado las pocas estancias que tienen ventanas, en la fachada trasera, sobre el suelo de cemento se amontonan ropas, enseres y residuos combustibles en los lugares de tránsito que multiplican el peligro de incendio y de poder evacuar el edificio si se produce.

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