Costas, Autoridad Portuaria y Portos lastran a Cangas, que no puede intervenir en su espacio

El edil de Urbanismo, Mariano Abalo, se ve impotente para actuar y exclama que “Cangas no es de los cangueses” | Para acceder a ayudas hay que demostrar la propiedad de dónde se quiere actuar y el Concello no puede hacerlo

Cangas tiene un problema: Cangas no es de los cangueses. Atravesado por distintas administraciones, el municipio vive en medio de un caos burocrático, plagado de legalismos que lastran la actividad municipal. Cangas es una villa que se cae a pedazos porque el Concello no puede intervenir para evitar ese deterioro. La competencia para hacerlo está en manos de Costas del Estado, la Autoridad Portuaria de Vigo, Portos de Galicia o de la Red Natura. Este gobierno y los venideros se ven atrapados en un círculo vicioso que, con la entrada en vigor del Plan Concellos y las nuevas condiciones de los ministerios para acceder a ayudas, pone de actualidad un conflicto larvado demasiado tiempo. No hay ayudas para nada si no se acredita la propiedad municipal, pero Cangas no puede hacerlo. La zona de Massó, que se cae a pedazos, esta en terreno de la Autoridad Portuaria de Vigo, como el paseo de O Salgueirón; las naves de Ojea no se pueden tocar mientras no lo autorice Costas, que no lo hace; es más, las quiere derribar.

El Concello gestiona la concesión de los quioscos, pero después es Portos de Galicia (un ente puramente recaudador según el concejal de Urbanismo del Concello de Cangas, Mariano Abalo) quien recauda. Al citado ente, el Concello de Cangas le tiene que pagar una cantidad fija al año porque se utilice la Alameda Vella para el mercadillo y hay que esperar un largo proceso burocrático para afrontar con Costas la reforma del paseo de Rodeira. De esta manera, Mariano Abalo se atreve a decir “Cangas no é noso”. No se puede presentar ningún proyecto para recuperar las naves de Ojea y acogerse a una subvención o esperar que una Delimitación de Plan de Usos Portuarios de Vigo declare la innecesariedad de la zona de O Salgueirón. Abalo recuerda que todavía está en el Supremo el recurso presentado por Residencial Marina Atlántico porque el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Vigo anuló la concesión que tenía para el Puerto Deportivo en la zona de Massó. Así que faltan aún llaves para abrir estas cerraduras. En la zona de Red Natura, que ocupa principalmente la parroquia de O Hío, el Concello no dicta las normas y los vecinos ven como una compañía eléctrica puede colocar postes de hormigón para pasar su línea que da servicio a los faros, pero a ellos se les ponen mil problemas para arreglar un tejado y para que llegue Internet.

El rico patrimonio industrial que Cangas tiene a lo largo de su costa se desmorona, sin que los a cangueses lo puedan evitar. El gobierno municipal llevó a Pachi Vázquez, que era conselleiro de Medio Ambiente en el bipartito de la Xunta, a conocerlo. Pero no hubo tiempo para hacer nada.

Y por todo esto está pasando ahora mismo el Campo Municipal de O Morrazo, donde juega el Alondras. Lo cierto es que el Concello no puede presentar un proyecto amplio y ambicioso para su mejora, porque no es propiedad municipal. Existe una concesión a 25 años y eso no es suficiente para acceder ayudas. Y lo que no puede hacer el Concello es poner constantemente dinero en propiedades que no son suyas con fondos propios. Es inviable e ilegal.

La intervención del Estado y de la Xunta de Galicia se antoja imprescindible para lavar la imagen de Cangas en ruinas, ante la impotencia de sucesivos gobiernos locales de no poder acometer ningún proyecto salvador. Ahora, hasta está difícil la desafectación. Madrid pone mil pegas para que sea posible. Y no parece importarle a nadie que todo se caiga. Bueno, Costas quiere tirar las naves de Ojea. Ya lo dijo en un informe que realizó.

Suscríbete para seguir leyendo