La nueva pista del pabellón de A Xunqueira desprende polvo azul y tiñe a los niños

La obra de reforma del pabellón de A Xunqueira de Moaña, realizada hace cuatro meses, ha resultado desafortunada, a tenor de todas las críticas que está generando. El PP asegura que los niños que diariamente o cada fin de semana utilizan el pabellón acaban impregnados de un polvo azul que desprende la pista, provocado por la pintura. Desde el PP, a través de su candidato a la Alcaldía, Javier Carro, aseguran que es preocupante para los padres ver cómo sus hijos están en continua exposición a este “polvo tóxico” o residuo químico, que podría ser perjudicial para su salud, sin que por parte del Concello aseguran que no se hace nada por remediarlo.

Carro señala que está recibiendo quejas de los padres, preocupados ante la falta de respuesta del gobierno bipartito. “Lejos de ser alarmistas, inicialmente pensaron que el teñido podría ser normal, pero la lógica perdió sentido cuando con el paso de los días el polvo, en lugar de desaparecer, aumentó obligando a los niños a tener que lavarse los ojos continuamente a causa del picor que les provoca”.

Carro asegura que se trata de un “despropósito” de obra, cuando la propia concejala de Educación confirmó en comisión informativa que hace cuatro meses se recepcionó la obra de la pista en estas condiciones, “sabiendo que no cumplía los mínimos y que contaba con deficiencias graves tanto para los usuarios como también para la propia estructura que ya tiene socavones importantes que dejan visible la vieja superficie anterior”.

Y dice que esto pasa, incluso después de pintarla hasta en tres ocasiones “por errores que el bipartito también se niega a asumir y que trató de ocultar a la oposición”. Dice Carro que en las comisiones no informaban y cuando desde el PP se le preguntaba, respondían con monosílabos: “A día de hoy todavía no sabemos la verdad”.

Las gradas de la humillación

Carro recuerda también la “humillación de esta obra a las personas con movilidad reducida”, cuando desde el gobierno se decidió aislarlos del resto del público y agruparlos en otra grada independiente, junto al portalón de entrada a la pista.

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