Costas concede a Moaña los terrenos para acabar el paseo de Seara tras casi 4 años de espera

En junio de 2019 el Concello de Moaña remitió a Costas del Estado su proyecto para el frente marítimo del casco urbano, que busca acabar la senda peatonal por el litoral, acondicionar el espacio con una gran plaza y rehabilitar las dos carpinterías de ribeira existentes. Esta semana, y después de tres años y ocho meses de espera, el organismo remitió su visto bueno a una concesión de 15 años prorrogables hasta 30. El concejal de Urbanismo, Odilo Barreiro, explica que, una vez que finalicen los trámites, podrán contratar el proyecto de ejecución y licitar una de las obras más esperadas en la villa en la última década.

Eso sí, el asunto tendrá que presentarse en el pleno de la corporación del próximo jueves 23 para que los concejales acepten las condiciones para recibir la concesión de una superficie que asciende a 4.965 metros cuadrados de dominio público-marítimo terrestre. Además de esta aceptación, el gobierno local bipartito espera lograr que el pleno delegue en la alcaldesa, Leticia Santos, las atribuciones para tramitar la concesión, y es que Costas otorga al Concello un plazo de 10 días, como condición previa, para presentar varios informes de carácter medioambiental, antes de formalizar el acuerdo de concesión.

El primero de estos requisitos es una evaluación de los posibles efectos del cambio climático sobre los terrenos donde se va a situar la obra, siguiendo lo dispuesto en los artículos 91 y 92 del Reglamento General de Costas. El segundo documento a presentar este mismo mes es un estudio básico sobre la dinámica litoral de la zona. “El plazo que nos dan es muy corto, de ahí que pidamos en pleno otorgarle las atribuciones a la alcaldesa”, apunta la regidora.

Esta concesión se conoce solo dos semanas después de una reunión entre representantes del bipartito y el jefe provincial de Costas, Miguel García, quien desveló que el resultado positivo de la solicitud se conocería a corto plazo. La clave para desbloquear un trámite que llevaba años en proceso es el visto bueno de Patrimonio. Este organismo aceptó una pasarela volada sobre las rampas de varada de los astilleros, que garantiza a su vez la accesibilidad del paseo para las personas con movilidad reducida.

El proyecto básico fue redactado tras varias reuniones con colectivos vecinales e incluye la construcción del tramo de paseo entre la Casa do Mar y las inmediaciones del edificio Salitre. Esto completará una kilométrica senda por el litoral entre O Con y la desembocadura del Río do Barranco, en Samertolaméu.

El proyecto estima un coste total de ejecución de 2,4 millones de euros. En la senda y la humanización de todo el tramo vital de la Avenida Concepción Arenal se invertirán 1,7 millones. Los otros casi 648.000 euros se necesitaran para reconstruir y musealizar los dos astilleros de madera: Casqueiro y Carlagho. Se trata de un trabajo delicado por la necesidad de reconstruir, sobre todo, el de Casqueiro, que en junio de 2017 fue pasto de las llamas en un incendio intencionado cuya autoría quedó sin esclarecer.

Con la concesión bajo el brazo, el Concello deberá encargar el proyecto de ejecución y encontrar la financiación para poder licitar esta obra. La idea es convertir los más de 4.600 metros cuadrados de intervención en una “gran plaza”.

El paso de vehículos se respetará en el tramo final de la avenida Concepción Arenal, pero el pavimento será de adoquín para favorecer la circulación lenta. En el entorno se utilizarán materiales como losas de granito de distintas dimensiones, creando un espacio continuo en el frente de los astilleros y en la calle, lo que permitirá unificar las plazas de los laterales y las calles transversales “creando así un espacio único y abierto al mar”. Habrá dos zonas verdes con arboleda y juegos para niños.

La memoria constructiva del paseo establece tres zonas delimitadas: La “Zona A” es la de la avenida Concepción Arenal. Se procederá en ella a demoler la calzada existente. En la “Zona B” que es la denominada “plaza A Seara” se buscará homogeneizar todo el área a una única plataforma. En la “Zona C”, que es el propio paseo litoral, se dejan elementos existentes como la pasarela de madera tras el club de jubilados y los tramos ya finalizados. Para el suelo de la senda se buscará homogeneizar las losas de granito con el pavimento del paseo litoral que ya está en servicio.

Años de protestas, tensiones e incluso un incendio intencionado

La solución al paseo de Seara permitiendo, a su vez, regenerar los astilleros tradicionales, fue el principal reto que tuvo que afrontar el bipartito BNG-PSOE cuando llegó al poder hace ocho años. La paralización de unas obras que había comenzado José Fervenza desataron críticas de parte de los vecinos. Se creó una plataforma y las protestas llegaron a paralizar comisiones informativas. En plena escalada de tensión, uno de los astilleros tradicionales fue quemado en un incendio intencionado en junio de 2017. Desde entonces desescaló la tensión. Colectivos vecinales participaron en reuniones con el equipo redactor para buscar una solución conjunta a todo el ámbito. Desde 2019 todas las partes esperaban una respuesta de Costas.

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