La Policía Local de Cangas estuvo atareada la tarde de ayer después de que el conductor de un camión frigorífico cometiese una infracción grave, poniendo en riesgo la seguridad viaria en la parroquia de Aldán e incluso ocasionando importantes retenciones de tráfico. Los hechos ocurrieron alrededor de las cinco de la tarde, cuando los agentes municipales acudieron a la Avenida José Graña alertados por las maniobras temerarias que realizaba el conductor del camión, con un peso de ocho toneladas, y que venía de descargar mejillón en el muelle pesquero de esta parroquia canguesa.
Cuando se personaron en la zona el conductor tenía visibles síntomas de conducir ebrio y los agentes le exigieron que parase y bajase a la calzada para realizarle las pertinentes pruebas de alcoholemia. La situación escaló en tensión al negarse a bajar, durante bastante tiempo, el conductor.
Finalmente la primera prueba realizada desveló una tasa de 1,19 miligramos por litro en aire espirado. Lo que, teniendo en cuenta que el límite legal para los conductores profesionales está en una tasa de 0,15, implica que multiplicaba casi por ocho el tope permitido. La segunda prueba, realizada transcurrido un tiempo, arrojó una tasa de 1,12.
El conductor está acusado de un delito contra la seguridad viaria y se espera que sea sometido a un juicio rápido. Responde a las iniciales M.D.M., tiene 58 años y es natural de Vigo.
El camión quedó parado a la altura de la Casa do Mar de Aldán, cerca del cruce con la carretera general PO-315. Hubo que esperar varias horas hasta que el conductor de la grúa municipal, que tiene permiso para conducir vehículos de ese tamaño, pudo acudir a la retirada. De trasladar el camión y despejar la carretera se encargó la empresa para la que trabaja el camionero.
Durante ese tiempo el tráfico estuvo bloqueado, ocasionando retenciones y quejas de los conductores. Los agentes municipales, poco después de iniciar la intervención, empezaron a dar paso alterno por el carril que quedaba libre para minimizar el impacto.