La construcción de la senda de Domaio y el TCA de Tirán mantienen la carretera por la costa en obras

Circular por la PO-551 entre Moaña y Cangas es encontrarse, cada kilómetro, con obras que recuerdan a aquellos viejos tiempos de retenciones kilométricas en este vial que, antes de la construcción del Corredor y Autovía do Morrazo, era la única carretera de entrada y salida a la península de O Morrazo. La vieja PO-551, de titularidad autonómica y que sigue registrando más de 10.000 vehículos de Intensidad Media Diaria y más de 300 de vehículos pesados, es ahora el foco de las inversiones en un intento de dotarla de más seguridad vial, tras un ola de atropellos, con la eliminación de dos de sus Tramos de Concentración de Accidentes (TCA) en Domaio y Tirán; y de humanizarla con la apertura de una senda para peatones y bicis, entre Moureira y Palmás, en Domaio. Esta senda, que se está construyendo por el margen litoral con unos 2 kilómetros de longitud, permitirá también la puesta en valor del gran mirador hacia la ría de Vigo que es este vial.

En estos momentos, el trazado de la carretera entre Domaio y la entrada a Cangas está en obras prácticamente en su totalidad. La eliminación del TCA de Domaio ya concluyó dejando como gran novedad una rotonda en el acceso al puerto de la parroquia.

A los pocos metros ya surgen las obras de la senda peatonal que financia la Consellería de Infraestructuras, con una inversión de 1,5 millones dentro del Plan de Sendas de Galicia para O Morrazo y Concellos limítrofes, que implica tres sendas en Marín, cuyas obras ayer visitó la titular de Infraestructuras, Ethel Vázquez; la de Trasouto en Bueu y la prevista en Cangas (tramo CG-4.1-A Madalena). Los trabajos comenzaron a finales de verano y desde la consellería prevén que puedan concluir antes de este verano. Reconocen que hubo problemas por la aparición de unas tuberías que afectan a las estructuras de la senda que se tuvieron que proyectar en voladizo apoyadas sobre la propia plataforma de la carretera, debido a la falta de terreno “y se está estudiando una solución”.

A lo largo de la senda estaban proyectados seis tramos de voladizos, consistentes en losas de hormigón armado. La senda, de hormigón terrizo de 16 centímetros de espesor, está proyectada con un ancho de 1,8 metros aunque reducido a 1,5 en algunas zonas para no afectar a una edificación y a un muro; e incluye zona ajardinada. Se elevará 3 centímetros de la rasante de la carretera, salvo en dos tramos a nivel.

En cuanto a la eliminación del TCA de Tirán, en ejecución desde el pasado mes de junio, la consellería prevé que las obras puedan estar rematadas en dos meses ya que la parte de aceras y pasos de peatones (incluye dos inteligentes) está muy avanzada y la nueva rotonda de Lidl está operativa. Quedan pendientes la parte de los firmes, que tiene aglomerado y que se podrá ejecutar en estos dos meses, y el microaglomerado, que necesita calor y baja humedad por lo que quizás haya que dejarlo para abril, en función de las condiciones meteorológicas.

El TCA está mejorando las intersecciones y amplía en un tramo la sección derecha de la carretera para habilitar una parada de autobús, acera y espacio de contenedores. La mejora se prolonga a Cangas, con acera hasta la rotonda de O Gordo y avenida Castroviejo y nueva intersección en el cruce de Santo Domingo.

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