La urbanización de Golf Domaio suma cinco años paralizada tras la pena de 3,1 millones

Los parcelistas mantienen, en su última asamblea, su postura de no asumir la derrama ordenada por la justicia en 2018 | La junta de compensación intenta al menos lograr un plan de pagos

Tejados de los chalés a medio construir, con el puente de Rande al fondo. | GONZALO NÚÑEZ

Tejados de los chalés a medio construir, con el puente de Rande al fondo. | GONZALO NÚÑEZ / Fran G. Sas

El complejo residencial de viviendas de Golf Domaio acumula ya cinco años con todas las obras de urbanización paralizadas y todo apunta a que esta situación de bloqueo no se resolverá a corto plazo. Y es que el año 2022 concluyó con una asamblea anual de parcelistas en la que mantienen su postura de no acometer una nueva derrama, necesaria para afrontar el pago de los 3,1 millones de euros de indemnización que la justicia decreta que deben pagar a los herederos de la antigua constructora del proyecto: Mirón y Agarvi.

La sentencia data del año 2018 y desde entonces los responsables de la junta de compensación intentan renegociar esa deuda o al menos conseguir facilidades de pago por parte de los denunciantes, para intentar retomar unos trabajos que la pasada década estuvieron a punto de concluir al menos la urbanización y plena dotación de servicios de las viviendas que ya están construidas.

En el complejo residencial pegado al campo de golf se proyectaban 102 chalés –y un total de 462 viviendas– y cuenta con apenas 18 habitados y medio centenar de estructuras paralizadas. En los primeros años los parcelistas trataron de buscar un acercamiento con los beneficiarios de la sentencia para intentar que les perdonasen esta deuda histórica, sin que la propuesta diese sus frutos.

En estos años también se plantearon la búsqueda de inversores externos, que adquieran las parcelas y tengan músculo financiero suficiente como para atender a la sentencia y sacar a este complejo adelante. Para ello llegaron a crear una Agrupación de Interés Económico.

Unos 40 vecinos

Mientras tanto, los que residen en las viviendas ya finalizadas, crearon un colectivo vecinal con el objetivo de que el Concello atienda varias de las necesidades que tienen como el arreglo del vial de acceso, pues la entrada al complejo se realiza a través de una pista irregular y en donde incluso se llegó a depositar basura de forma incontrolada.

Son unos 40 los residentes en esta urbanización que todavía no se ha acabado. Aseguran estar al corriente del pago de impuestos como el de bienes inmuebles (IBI). En el verano de 2020 acometieron, con recursos propios, una conexión de agua comunal para el abastecimiento.

Suscríbete para seguir leyendo