Por sus pies los conoceréis...

Por sus pies los conoceréis... | G.M.P.

Por sus pies los conoceréis... | G.M.P. / Javier Manchado

¿De quiénes son las botas que aprovechan el hueco en primera fila de la bancada del salón de plenos de Cangas para hacerse ver, mientras sus titulares se hacen oír? Lo que dejan claro es que hace frío y hay que abrigarse para permanecer sentados hasta casi la medianoche. (No procede el paralelismo con el lobo feroz que enseñaba la patita por debajo de la puerta).

Mariano y Pío se citan de copas por Cangas

Las elecciones municipales están a tiro de piedra y los contrincantes afinan su puntería y afilan sus lanzas para semejante batalla, que también se dirime en el cuadrilátero del salón de plenos y con las armas de la dialéctica (“teoría y técnica retórica de dialogar y discutir para descubrir la verdad mediante la exposición y confrontación de razonamientos y argumentaciones contrarios entre sí”, en definición académica). Pues en esas andaban los ediles Mariano Abalo y Pío Millán cuando el segundo le reprochó al primero que no pasee más por Cangas para conocer deficiencias y lo que opina la gente, y Abalo respondió a la afrenta, primero con palabras y evidente tono de cabreo, y luego, con una invitación a irse de vinos al terminar la sesión plenaria, aunque tal compromiso no conste en acta.

Loli y el raro don de la ubicuidad

Está en (casi) todas partes y a (casi) todas horas. Tanto se la ve patear las sendas que serpentean la comarca a primera hora de la mañana como cerrando trámites pendientes a última de la noche o acompañando a personas y causas que estima nobles en cualquier momento del día, con entrega. Y sin desatender la política ni otras responsabilidades familiares o peticiones externas de auxilio, si se tercian. Tiene el raro don de la ubicuidad espacial y temporal.

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