El siglo de Elia Solla

Natural de Domaio y residente en el geriátrico de Aldán, ayer cumplió 100 años

Elia Solla García, en el medio con un andador, ayer rodeada de su familia.   | GONZALO NÚÑEZ

Elia Solla García, en el medio con un andador, ayer rodeada de su familia. | GONZALO NÚÑEZ / Fran G. Sas

La vecina de Domaio Elia Solla García, residente en el geriátrico de Aldán, vivió ayer un día muy especial. Un día que está al alcance de muy pocos. Y es que cumplió 100 años. Tal y como lo merece la ocasión, sus familiares la sorprendieron con una fiesta que Elia Solla recibió con emoción.

Con una entereza envidiable para su edad, la cumpleañera posó para las fotografías rodeada de sus sobrinos y de su hermana y repasó algunos de los episodios de su vida. Nacida en Domaio “desde muy joven fui a servir a una casa de Mourente”, en Pontevedra. La dueña de la casa acabó siendo su mejor amiga y ambas vivieron juntas durante décadas, hasta el fallecimiento de la primera.

“Entonces fui a vivir a un piso en el centro de Domaio”, apunta. Para entonces ya contaba más de 70 años y regresaba a su parroquia natal. Sin embargo, la vida le depararía aún un duro golpe “cuando me atropellaron en un paso de peatones en Domaio”. Ese siniestro le obligó a usar un andador y de ahí que ahora esté en la residencia de Aldán, ante la imposibilidad de subir a su piso.

La vecina centenaria recuerda perfectamente los años de la Guerra Civil “y cómo mi padre se escapó a Gibraltar, después de que viniesen a buscar a un vecino suyo”.

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