La Xunta restablece el enlace de San Lourenzo dos meses después del hundimiento

El enlace de acceso a la Autovía do Morrazo desde el barrio de San Lourenzo, en la parte alta de la parroquia moañesa de Domaio, está reabierto desde ayer a la tarde, aunque quedaba pendiente el pintado de las líneas de señalización horizontal. La Consellería de Infraestruturas consiguió volver a poner en servicio este ramal de entrada a la carretera de alta capacidad dos meses exactos después de que se hundiese por un temporal de lluvia. Y es que las continuas jornadas de precipitaciones durante los meses de diciembre y enero dificultaban la reparación, haciendo muy complejo todo el proceso para recuperar la normalidad del tráfico.

Los daños que cortaron este enlace construido con el reciente desdoblamiento del Corredor do Morrazo en autovía se remontan a finales de noviembre cuando el temporal ‘Denise’, que azotó con virulencia a O Morrazo, provocó una rotura de la cuneta reforzada que desviaba el agua de la lluvia por las tuberías que cruzan de forma subterránea el tronco central de la calzada. Esto originó que el agua excavara la base del ramal de acceso horadando la tierra y ocasionando el hundimiento.

Al día siguiente el mismo personal de Conservación de Estradas desvió las pluviales por una tubería provisional y durante las siguientes semanas se analizó tanto el pozo de recogida de aguas de varios metros de profundidad como el estado de las canalizaciones subterráneas. Descartados nuevos daños estructurales, se reconstruyó la cuneta de recogida de pluviales.

Sin embargo, y pese a reconstruir la base del enlace, no se pudo reasfaltar para restablecer la circulación hasta esta semana, cuando las lluvias dieron una tregua y permitieron extender el aglomerado.

Durante estos dos meses los conductores que querían tomar la autovía desde la parte alta de Domaio en dirección al centro de Moaña o a Cangas debían incorporarse en sentido a Vigo y dar la vuelta en la rotonda de entrada al puente de Rande para regresar sobre sus pasos.

El Concello, a través de la concejalía de Mobilidade, solicitó en los primeros días del año que se acelerase la reparación, aunque la Xunta indicó en todo momento que no se podía reasfaltar hasta que no parase de llover durante varios días.

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