Moaña registra más de un suicidio al mes desde la pandemia, pese al refuerzo de psiquiatras en la comarca

En 2022 la Policía Local atendió 18 casos de vecinos que se quitaron la vida | Galicia es la segunda comunidad con la tasa más alta

El área de salud mental en el ambulatorio de Cangas. | GONZALO NÚÑEZ

El área de salud mental en el ambulatorio de Cangas. | GONZALO NÚÑEZ / Fran G. Sas

Galicia es la segunda comunidad autónoma con mayor tasa de suicidios de toda España, solo por debajo de Asturias, una situación que se agravó desde el estallido de la pandemia de COVID-19. En 2021 se quitaron la vida 331 gallegos, lo que supone una tasa de 10,15 cada 100.000 habitantes. La comarca de O Morrazo no es ajena a esta situación y raro es el mes en el que no se tiene conocimiento de algún suicidio. En Moaña la Policía Local acudió a 18 suicidios a lo largo de 2022, lo que supone que 1,5 personas cada mes se quitan la vida por distintas razones. La inmensa mayoría de los casos a los que acuden los agentes municipales se registran en el domicilio particular o en el coche.

Este alarmante repunte se conoce justo en un tiempo en el que la Consellería de Sanidade ha reforzado la atención pública en la salud mental, al pasar, en marzo del pasado año, de uno a dos psiquiatras en el centro de salud de Cangas, que es el de referencia en la especialidad también para los moañeses. Además de dos psiquiatras, la unidad de salud mental de Cangas cuenta con un psicólogo.

El jefe de servicio del centro de salud cangués, Benigno Villoch, explica que la demanda de atención por estos problemas “es una locura, pero lleva años siendo muy alta”. En estas condiciones, para una consulta psiquiátrica estándar la lista de espera se extiende hasta casi 5 meses. Sin embargo, en los casos más graves que se consideran de atención preferente “la primera atención puede darse en un mes o incluso solo con una semana de espera, depende mundo de la situación del paciente”.

La espera en salud mental es de 5 meses, pero los casos graves se derivan al hospital

Villoch explica que, de todas formas, todos los intentos de suicidio se tratan como urgentes y se derivan directamente al hospital.

El incremento de personas que se quitan la vida causó alarma en Moaña a mediados de 2021, un año después del estallido de la pandemia, debido a la sucesión de tres casos con pocos días de margen. En la primera mitad de aquel año los agentes municipales de Moaña habían acudido a la muerte de seis vecinos por esta situación. Además, no se contabilizan como suicidios otros casos sospechosos en los que no se deja nota.

El inspector jefe de la Policía Local de Moaña, Lois Alberte Casás, reconoce un incremento en los suicidios “pero también en otro tipo de casos. Desde la pandemia los ánimos de mucha gente están alterados y es más habitual encontrarnos con respuestas violentas de los vecinos ante cualquier situación”, explica.

Hay que recordar que en Cangas médicos de urgencias alertaron en septiembre de un fuerte repunte en el número de peleas y altercados en las calles de la “movida nocturna”, así como del consumo de drogas como la cocaína. La noche de Halloween, por su parte, acabó con una agresión de varios jóvenes a un técnico de la ambulancia en el Punto de Atención Continuada (PAC) de Cangas, a donde habían acudido tras sufrir una herida durante la noche de fiesta.

Áreas sanitarias

A finales de 2020 la Consellería de Sanidade puso en marcha unidades de atención al suicidio en todas las áreas sanitarias de Galicia, en el marco del Plan de Saúde Mental 2020-2024. Se crearon cinco nuevas unidades en toda la comunidad, con el apremio del Colegio Oficial de Psicología.

Los datos a nivel estatal son tan alarmantes que el suicidio es ya la causa externa de muerte más frecuente en toda España, superando a los accidentes de tráfico. Entre los jóvenes de 20 a 24 años esta lacra es la segunda causa de muerte no natural.

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