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Las lonjas de O Morrazo sortean un año crítico y sus ventas vuelven a acercarse a los 10 millones

Todas las cofradías aumentan ingresos, salvo Moaña, que retrocede debido a la baja producción de berberecho

Los percebeiros de Cangas trabajando en el mes de diciembre en la Costa da Vela.

Los percebeiros de Cangas trabajando en el mes de diciembre en la Costa da Vela. / SANTOS ALVAREZ

O Morrazo

El año 2022 fue tremendamente difícil para el sector de la pesca de bajura. La flota tuvo que enfrentarse a un fuerte aumento de costes, sobre todo debido al gasóleo, e incluso llegó a amarrar a puerto durante el mes de marzo para exigir al Gobierno central medidas de apoyo a un sector esencial y de primera necesidad. A pesar de todas esas turbulencias las lonjas de O Morrazo acaban de cerrar un ejercicio de récord, en el que por segunda vez consecutiva se quedaron a las puertas de los 10 millones de euros en facturación. Unas ventas que lidera la Cofradía de Cangas, que por segundo año seguido alcanza las mejores cifras de su historia y supera los 4,5 millones de volumen de negocio. En el extremo contrario está Moaña, que es la única que retrocede con respecto a 2021. Un retroceso relacionado con los problemas de crecimiento de algunas de sus especies más importantes, como la almeja y, sobre todo, el berberecho.

Las ventas conjuntas de las lonjas de Cangas, Bueu, Moaña y Aldán-O Hío alcanzaron los 9.942.025 euros, lo que supone un aumento de casi 240.000 euros con respecto al año anterior. Cangas ya había registrado un ejercicio 2021 histórico, con la mayor facturación desde que existen datos. Unas cifras que ha vuelto a mejorar de manera notable para llegar hasta los 4.522.411 euros, casi 290.000 euros más. Las especies con mayor valor comercial son la navaja, que reportó unos ingresos por encima de 1,2 millones de euros; el percebe, que superó los 820.000 euros y que durante la campaña navideña llegó a cotizarse a 250 euros el kilo; el pulpo, que rozó los 500.000 euros; y el erizo, muy cerca de los 360.000 euros.

Los percebeiros de Cangas en el islote de Agoeiro durante las navidades, cuyo producto llegó a los 250 euros.   | // CEDIDA

Navalleiros de Cangas descargan esta semana sus capturas para subastar en la lonja, donde es la especie con más ingresos. | // G.NÚÑEZ / david garcía

La segunda cofradía en volumen de negocio es la de Bueu, que parece haber superado un verdadero annus horribilis como el de 2020. En 2021 ya constató un aumento de ingresos de más de medio millón de euros hasta alcanzar los 2,9 millones, una tendencia que se mantiene en 2022. Las ventas experimentaron un ascenso de más de 160.000 euros y la lonja bueuesa vuelve a situarse por encima de los 3 millones de euros.

En este caso no hay duda de que la recuperación está íntimamente vinculada al pulpo, que es la especie estrella de la flota de Bueu. El año pasado se subastaron más de 150.000 kilos, que dejaron unos ingresos de casi 1.460.000 euros. El cefalópodo alcanzó una cotización máxima de 14,50 euros. El erizo se consolida como el segundo recurso en importancia, con unas ventas por encima de los 420.000 euros. Este podio lo cierra la navaja, con un volumen de negocio de 360.000 euros.

Cajas con pescado en la lonja de Cangas, esta semana, listo para la venta.

Cajas con pescado en la lonja de Cangas, esta semana, listo para la venta. / GONZALO NUÑEZ

El balance en Bueu está empañado por la preocupante situación del percebe, que a la vista de los datos de la plataforma Pesca de Galicia vivió su peor año desde que existen registros: menos de 4.000 kilos y apenas 144.000 euros. Incluso se vio superado por la centolla, que rozó los 145.000 euros de facturación pese a que su explotación está sometida a un largo periodo de veda.

La Cofradía de Aldán-O Hío también experimenta un crecimiento considerable: facturó 112.000 euros más que con respecto a 2021 y superó una cifra global de 706.000 euros. La navaja, con casi 300.000 euros, y el pulpo, con más de 250.000 euros, constituyen sus principales fuentes de ingresos.

El patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas, junto a la conselleira do Mar, Rosa Quintana, en la máquina clasificadora del pulpo después de la apertura de la campaña.

El patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas, junto a la conselleira do Mar, Rosa Quintana, en la máquina clasificadora del pulpo después de la apertura de la campaña. / GONZALO NUÑEZ

Esta tendencia positiva solo se ve truncada en Moaña. La cofradía moañesa constató un descenso en sus ventas de más de 322.000 euros. Así, de rozar un volumen de negocio de casi 2 millones de euros en 2021 pasa a menos de 1,6 millones en 2022. Esta situación es atribuible especialmente a los problemas en el crecimiento de algunos de sus recursos más significativos. Resulta llamativo el caso del berberecho: en 2021 se comercializaron casi 21.000 kilos, con unos ingresos de 240.000 euros, mientras que el año pasado fueron menos de 8.000 kilos y poco más de 79.000 euros. Una situación que también afecta, en menor medida, a la almeja.

Esta situación es atribuible a una baja productividad de los bancos marisqueros puesto que no hay constancia de ningún episodio que haya causado un aumento de mortalidad en estas especies. No parece que haya una sola causa o explicación, sino que puede ser un cúmulo de circunstancias como las altas temperaturas del agua o la falta de nutrientes.

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