Las discotecas venden casi todas sus entradas y esperan una Nochevieja abarrotada tras la pandemia

Las discotecas de O Morrazo se preparan ya para una fiesta de Fin de Año “multitudinaria”, después de dos años sin poder organizar cotillones por culpa de las medidas contra la pandemia de COVID-19. Los empresarios de los locales de ocio nocturno perciben “entre los clientes muchas ganas de fiesta y de recuperar el tiempo perdido” y las cifras les dan la razón, pues algunas salas de fiesta tienen ya todas sus entradas vendidas para la noche del 31 de diciembre mientras que otras han dado salida ya a más del 80% de las entradas disponibles.

En la histórica Discoteca Clip uno de sus responsables, Alberto Paz, recuerda “las colas que tuvimos para vender la primera remesa de entradas a 25 euros. Ahora están a 50 euros. Quedarán algunas en taquilla el último día, pero ya estamos al 80%”. Esta sala contará con la actuación de cuatro Djs durante la última velada del año: Dj Charlie, Iván Alonso, Carlos RV y Juanma López, que es su Dj residente. Además del Clip, el mismo bajo de la Avenida de Marín cuenta con un segundo ambiente, el Aruba, pensado para mayores de 25 años “y que ya tiene el 90% de las entradas reservadas”. En la cafetería Hollywood y en el Más Madera se vende el último papel que queda disponible para estas salas.

Sheila Pereira regenta la Sala Dreams en Bueu y la discoteca Embassy en Cangas. “En el caso de Bueu, hace ya dos semanas que tenemos vendidas las 270 entradas. En Cangas va algo más lento pero el 80% de los 400 pases están ya reservados”. Contarán también con varios Djs a lo largo de la noche y esperan recibir mañana toda la mercancía para ambos cotillones. “La inversión es de unos 5.000 euros por discoteca”, apunta recordando el daño que el cierre de última hora decretado el año pasado por la Xunta causó al sector. Sobre aquella situación, desde el Clip también recuerdan “la dificultad de devolver hasta 800 entradas de repente.”

Inversiones de hasta 5.000 euros en los pedidos a los proveedores

Sheila Pereira explica que el ambiente de la Embassy es más juvenil que el de la Dreams “pero se nota que hay ganas de fiesta en todas las edades tras la pandemia, porque en las últimas semanas percibimos un público más adulto”.

Alberto Paz explica que “la gente está loca por salir y disfrutar. En Nochebuena ya tuvimos a muchísimas personas y el fin de semana anterior celebramos una fiesta de previa de Fin de Año y también llenamos”.

Paz lleva más de 30 años como empresario de ocio nocturno y reconoce que “ahora la juventud es más sana. Todos quieren salir a divertirse y es raro que haya peleas o problemas como ocurría hace años”.

En lo que respecta al Pub Clouds, en la canguesa Rúa Redondela, uno de sus responsables es Saúl Pérez “Pitu”, socio de Alberto Paz tanto en este local como en el Clip. “La entrada será libre en el pub. Esperamos un gran ambiente. En Nochebuena ya estuvimos llenos y no me sorprendió, porque se veía que la gente tiene ganas de salir. En Fin de Año la fiesta empezará antes”, explica Pérez ante un local con toda la decoración de Navidad.

“En Cangas ahora hay ambiente de diferentes edades”, apuntan desde el Clouds

“En Cangas ahora se crearon dos ambientes, hay gente muy joven que sale por las noches pero también muchos grupos de gente más adulta”, explica el gerente del Clouds sobre el ambiente habitual en la zona de la movida desde que pasó lo peor de la pandemia.

Moaña

En lo que respecta a Moaña, ante la falta de discotecas en la villa el Concello y la Asociación de Hostaleiros unieron sus fuerzas para organizar una fiesta de despedida de año, con uvas de la suerte y música hasta la madrugada.

Será en la carpa de la Alameda y la música empezará a sonar a las 23.15 horas. La intención es que los vecinos de Moaña pasen en la localidad esta noche mágica y acudan a las cafeterías de la zona, por la mañana, a degustar el clásico chocolate con churros.

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