La suerte ya se acostumbra a rondar por Bueu

La Asociación de Viticultores de Bueu compró cuatro décimos y se lleva 80.000 euros. | //G.N

La Asociación de Viticultores de Bueu compró cuatro décimos y se lleva 80.000 euros. | //G.N / Gonzalo Núñez

No es la primera vez que la suerte sonríe a Bueu en el Sorteo Extraordinario de Navidad, aunque nunca había dejado tanto dinero a su paso. Ni siquiera en 2018, cuando en la Librería Abrente vendieron dos décimos del 03.347, que fue el número del Gordo. Los agraciados fueron unos turistas habituales del pueblo que ese año compraron el número en este establecimiento.

El primer pellizco importante del sorteo navideño llegó en 2016, cuando el centenario restaurante Casa Quintela vendió seis décimos del 22.259, uno de los quintos premios de ese año. Fueron en total 36.000 euros. En el sorteo de 2018 fue el turno de la Librería Abrente y de los dos décimos del Gordo y en 2021 repitió nuevamente Casa Quintela. Fueron dos décimos del 42.833, uno de los cuartos premios del año pasado y que suponían un total de 40.000 euros.

El sorteo de El Niño también se ha dejado caer por Bueu, alegrando el día de Reyes a los afortunados. La administración de lotería vendió en el año 2012 el 92.225, que fue el segundo premio y estaba premiado con 100.000 euros. El Niño volvió a rondar en este año 2022 por la comarca de O Morrazo: la Librería Abrente y el Bar Stop (en O Hío) vendieron en la última edición sendos décimos del 44.469, otro segundo premio con 75.000 euros al décimo.

Chelo Millán, ayer, ante el escenario del sorteo.

Chelo Millán, ayer, ante el escenario del sorteo. / david garcía

La “lotera” de Aldán vive el sorteo en el Teatro Real

La presidenta del colectivo de receptores mixtos de la provincia de Pontevedra, Chelo Millán, vivió el sorteo de la Lotería de Navidad en el propio Teatro Real. Responsable del Estanco de Rozabales, es la “lotera” de la parroquia canguesa de Aldán. Ayer vio cómo los niños de San Ildefonso cantaban todos los premios y se sorprendió al comprobar que una asistente en el teatro tenía un décimo del Gordo, causando un gran revuelo en el patio de butacas. También disfrutó del ambiente navideño con tanto asistente luciendo los disfraces más variopintos.

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