Cannabis sin THC, otra alternativa

Cancelas: “Reducir el cannabis a droga es como reducir la energía nuclear solo a bombas”

Iván Cancelas en su tienda de cannabis en la calle Noria.   | // G.NÚÑEZ

Iván Cancelas en su tienda de cannabis en la calle Noria. | // G.NÚÑEZ / Juan Calvo

Para los menos letrados en esto del cannabis, decir que se trata de una tienda totalmente legal, porque los productos que se venden carecen del denominado THC, que es la toxina de esta flor que produce de estar “colocado”. Su dueño es Iván Cancelas Fernández, un joven de 24 años de edad, que asegura lleva años estudiando sobre todo lo relacionado con el cannabis. No le da apuro confesar que conoció el popular hachís a través de la consumición, como cualquiera otro joven. Comenta que en un momento dado dejó de interesarse por el efecto más conocido de esta planta y decidió investigar y estudiar sobre las muchas alternativas que tiene el cannabis sin el THC, que solo tiene el 2% de la toxina que produce la droga. Así descubrió las numerosas aplicaciones del cannabis, los muchos productos que se podían comercializar y la alternativa verdadera que suponía para dolencias, sobre todo en enfermedades neurodegenerativas o la fibromialgia, incluso para reducir la ansiedad que produce el querer desengancharse de otras drogas., así como también su efectividad a la hora de reducir la frecuencia de los ataques de epilepsia. En la tienda se pueden ver productos de alimentación como infusiones, patatas, gominolas o chicles elaborados con cannabis. También afirma que hay muchos productos para animales.

Iván Cancelas Fernández asegura que entre su clientela, que se mueve entre los 40 y 50 años, hay muchas personas aquejadas de cáncer que compran gotas de cannabis para evitar las nauseas que produce la quimioterapia y que hace aumentar el apetito. También hay productos para las personas con mucho estrés que no duermen bien o las que tienen dolencias de articulaciones.

. Afirma Iván Cancelas que siempre le fascinó este mundo y que lamenta que esté rodeado de tantos mitos. Por eso considera que la tienda y él ayudaran a desmitificar lo que rodea a la planta del cannabis. Manifiesta que “reducir el cannabis a droga es como reducir la energía nuclear solo a bombas. Tenemos que cambiar de mentalidad”.

La flor del cannabis también está a la venta en este local comercial situado en el número 2 de la calle Noria. Cuando se le pregunta si con ella la gente que la compra puede hacer porros, dice que es muy complicado, que quien la adquiere es para cuestiones de aromaterapia. Al principio pensó que a la tienda acudiría mucha gente joven, por confusión, pero no fue así.

Suscríbete para seguir leyendo