A los cangueses les cogió por sorpresa el mercado que se levantó en la Alameda Vella de un día para otro, con una gran carpa en la Plaza de la Constitución en cuyo actuación se realizaban actuaciones y para los pequeño. Este mercado tiene el nombre de “O magosto Toma castaña”, y cuentan las crónicas que es el segundo año que se repite. Ayer había alguna queja precisamente por esto por parte de miembros del comercio local de Cangas. Según la organización, que cuenta con el apoyo del Concello de Cangas, se trata de un proyecto que comenzó como dinamización del comercio y de acto de participación vecinal para la recuperación de la vida social tras la pandemia del COVID. Desde diferentes colectivos que forman parte del mismo desean dar la continuidad a dicha jornada de convivencia y familias como medida de reencuentro y tradición alrededor de un cucurucho de castañas. Aseguran que el magosto siempre recordará el aislamiento que sufrimos por culpa de la pandemia y que ahora se quiere celebrar con un reencuentro con los vecinos y amigos.
El mercado es el típico mercado de artesanía, antigüedades y coleccionismo, pero se vende de todo. Hay mucha miel que se saca al mercado y también licores, carnes y otros productos como sacos, algunos de los cuales llama la atención. Por la mañana, a las 12.00 horas hubo un concierto infantil: “ Ramona órbita de pakolas” y entre las 16.30 y las 18.30 horas se puso en marcha una gymkana a cargo de Antimar-T. Entre las 17.30 horas y las 21.30 horas se puso en marcha la actividad “Serán a cargo da Asociación Cultural María Soliña” y a las 19.00 horas se pudo ver un espectáculo interactivo familiar “A bailar” con Animar-T.
No podían faltar las castañas en todo esta programación, que se repartían gratis entre los asistentes y participantes. El buen tipo ayudó a que el mercado tuviera éxito.
