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Aqualia retira la reducción de horas en la piscina y se desconvocan las protestas

El Concello fijará otra indemnización a la concesionaria por el COVID

Dolores Chapela, Thania Caamaño, Manuel Pena y Leticia Santos. | // FDV

El Concello de Moaña llegó a un acuerdo con la concesionaria de la piscina, Aqualia, por el cual la empresa retira su propuesta de reducción horaria y salarial, que afectaba a 8 de los 16 trabajadores de la plantilla, por lo que el sindicato CIG decidió suspender las concentraciones y manifestaciones diarias que estaban convocadas desde el pasado lunes. La concesionaria no se va con las manos vacías, ya que el Concello reconocerá el pago de dos indemnizaciones que tenía pendientes con Aqualia por la explotación de la piscina por el tiempo que restaba de indemnizar cuando tuvo que cerrar debido a la pandemia del COVID. De hecho, lo estaba reclamando desde junio. La empresa ya había recibido 44.500 euros del Concello por el cierre forzoso por el COVID en 2020, pero le faltaba por recibir la segunda indemnización por el cierre de enero a marzo de 2021, tras la orden de la Xunta que impedía utilizar los servicios. La cantidad de esta indemnización está todavía por fijar y se parte de los 80.000 que reclama la empresa, pero a la baja.

El acuerdo de “paz” en la piscina se escenificó ayer ante la puerta de las instalaciones por parte de la alcaldesa, Leticia Santos; y la concejala de Deportes, Dolores Chapela, en un acto en el que la encargada Tania Caamaño, entregó el escrito al delegado sindical Miguel Pena conforme deja sin efecto la reducción de la jornada. El concejal de Hacienda, Aldán Santamarina, destaca tras el acuerdo que el conflicto laboral ya acabó y que ahora lo importante era poner en valor el “buen servicio público que presta la piscina, con gimnasio y sala de actividades dirigidas para todos los vecinos”.

“Triunfo” de los trabajadores

Por parte de la CIG, confirman también en un comunicado este acuerdo a tres bandas, en el que la compañía renuncia a su intención de modificar las condiciones laborales de la mitad de los trabajadores y de cerrar al mediodía y los sábados por la tarde. Recuerdan que con esta medida la empresa pretendía rebajar el 20% de los costes salariales, mediante la reducción de jornadas, lo que limitaría el horario de apertura de las instalaciones, con el consiguiente perjuicio para el personal y los usuarios. Por eso, señalan que desde la CIG se habían convocado las movilizaciones. Añaden que, en la reunión del jueves, el Concello les trasladó un acuerdo de 2016 que establece que los horarios de apertura de la piscina tienen que ser continuados durante la semana y que también tienen que abrir los sábados por la tarde, por lo que no iban a permitir el cierre. El representante de la CIG, Pedro Pérez, destaca que se trata de un triunfo de los trabajadores, que con su lucha y defensa de sus derechos lograron mantener sus condiciones laborales y evitaron el recorte del servicio.

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